Con madera, bambú, carrizo y los chaguarqueros (planta de cabuya) que se obtienen del penco, da forma a distintos instrumentos musicales que comercializa en Azuay y Cañar.

El lugar más importante de la localidad de Cañar es el cerro Narrío, un centro ceremonial de ritualidad, donde se celebran los cuatro Raymis. Aquí se han encontrado restos arqueológicos y óseos de la era preincaica.

La ecuatoriana consta en la lista de los 100 líderes del futuro en Biotecnología y participó en un evento del Massachusetts Institute of Tecnology. La propuesta de su equipo fue la generación de la proteína vegetal.

Al cumplirse cuatro años de su declaratoria como Patrimonio Cultural e Inmaterial de Ecuador, la comercialización de copias es un problema. Cerca de 150 artesanos se dedican a esta actividad.

Los crucifijos son colocados en los techos de las casas, como símbolo de protección vinculado a las creencias religiosas, pero tiene sincretismo con la ceremonia ancestral del Wasipichana.