Brasil cayó ayer en un laberinto institucional. Tras ser separada por el Senado, la presidenta del país se trasladó ayer del Palacio del Planalto al Palacio de la Alvorada, a 4 kilómetros, donde residirá hasta que finalice el juicio político, que se extenderá 6 meses. El vicepresidente Michel Temer asumió la jefatura de Estado interina. Su gabinete tiene 7 ministros investigados por corrupción en Petrobras.

El Senado se disponía ayer a aprobar un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff. Sería separada del cargo por 6 meses, lapso en que recorrerá el país y denunciará el ‘golpe parlamentario’.

La mandataria no está acusada de corrupción. Afirma que es víctima de un ‘golpe frío’. Los senadores podrán destituirla por 6 meses y dar paso a un gobierno del vicepresidente Michel Temer.

El jefe de Cámara de Diputados canceló el proceso de destitución de la presidenta de Brasil al considerar que hubo errores de procedimiento. Un grupo de legisladores propone nuevas elecciones.

La comisión legislativa aprobó el juicio político contra la presidenta de Brasil. El miércoles próximo el Senado votará para definir su destitución por 180 días.

El Vicepresidente traza una agenda neoliberal de llegar al poder. Propone la privatización de los hospitales y el fin de los cupos raciales en las universidades.

El dirigente sindical afirma que el sector económico de derecha respalda y financia el proceso de juicio político contra la presidenta de Brasil. Califica al vicepresidente Michel Temer de ‘golpista’.

La mandataria recurre a los organismos internacionales ante el juicio político que promueve la oposición. El Senado analiza la solicitud de destitución.

El vicepresidente busca alinearse con Estados Unidos, luego de que la Unasur y la OEA respaldaron a la mandataria de Brasil que enfrenta un juicio político.

Dilma Rousseff se dirigió a la prensa internacional para denunciar que es víctima de un golpe de Estado.