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Dilma: "Los beneficiarios de este proceso están usurpando el poder"
“Usurpador”. Así la presidenta Dilma Rousseff fue, directa, contra el vicepresidente, Michel Temer, quien prepara un desembarque con una agenda neoliberal, llamada ‘Puente para el Futuro’, para asumir interinamente la presidencia por seis meses la semana que viene. “Resistiré hasta el final”, dijo Rousseff, llamando a la militancia para un escenario inédito de la democracia brasileña iniciada tras la caída de la dictadura en 1985.
La cuenta regresiva para Rousseff comenzó a correr más rápido luego de que ayer, por 15 votos a 5, la comisión de juicio político del Senado brasileño aprobara el envío al plenario de la Cámara Alta del proceso para decidir si aprueba la suspensión, por 180 días, de la mandataria.
Como se preveía, la oposición logró imponerse en torno al informe del senador Antonio Anastasia que condena a Rousseff por haber dictado medidas administrativas que alteraban las prioridades del presupuesto, las llamadas “pedaleadas fiscales” en 2015. Los opositores tomaron esta práctica, común desde 1995, como un delito contra la Constitución y es por eso que el gobierno llama esta estrategia como un “golpe de Estado parlamentario”.
El miércoles próximo será votada la denuncia por los 81 senadores, en el recinto, donde la suspensión se definirá por mayoría simple. Y allí la oposición y los opositores recién llegados con el vicepresidente Temer contarán con más de 41 votos para suspender por 6 meses a la mandataria, con lo cual asumirá Temer, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB). Temer abandonó hace tres semanas oficialmente el gobierno y apoyó la destitución de su compañera de fórmula en el Congreso.
El Partido de los Trabajadores intentó sin éxito anular la votación, basado en que la máxima corte de Brasil suspendió del cargo al comandante del juicio político, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, porque usó el cargo para protegerse de las decenas de denuncias en su contra.
La exjefa de gabinete de Dilma y senadora Gleisi Hoffman, en la comisión, dijo en su discurso que Cunha abrió el juicio político por “desvío de poder” y “venganza” .
Aliado de Temer, Cunha iba a ser el número dos del país y el presidente en ejercicio en caso de viaje de la máxima autoridad, con lo cual la corte consideró la posibilidad inadmisible, ya que el diputado se encuentra procesado por recibir sobornos para participar en el lobby para autorizar la construcción de obras en el puerto de Río de Janeiro.
En la cuenta regresiva con fuerte tono social, al entregar viviendas construidas por cooperativas del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, en el Palacio del Planalto, la jefa del Estado rechazó la hipótesis de renuncia.
“Si yo renuncio, entierro la prueba viva de un golpe sin base legal y que tiene como objetivo herir intereses y conquistas de los últimos 13 años. Todos los beneficiarios de este proceso, que están usurpando el poder, lastimosamente el vicepresidente, son cómplices de un proceso extremadamente grave”, agregó ante los movimientos sociales, que gritaban “No al Golpe”.
En caso de que decida por su suspensión, Rousseff deberá esperar hasta 6 meses el veredicto del Senado, que para sacarla necesita de un número mayor y aún no seguro: las dos terceras partes de los 81 senadores.
Según fuentes allegadas al PT, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva considera que no hay retorno una vez que Temer instale un gabinete con el apoyo de 11 partidos en el Congreso y una agenda proporcionada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del candidato derrotado por Dilma en 2014, el senador Aécio Neves.
Según sectores empresariales citados por el diario Valor Económico, la caída de Cunha facilitó en términos políticos la presión moral de un eventual gobierno de Temer, pero complicó el escenario para aprobar proyectos arriesgados de ajustes económicos en la Cámara Baja.
El senador Lindbergh Farias, del PT, acusó a Aécio Neves de apoyar a Temer para mudar la legislación laboral, como buscan las cámaras empresariales que financiaron la campaña pública y publicitaria a favor del impeachment, ante el revuelo general de los opositores.
“La historia absolverá a Dilma”, dijo, parafraseando a Fidel Castro, Farias, el senador que en 1992 fue un líder estudiantil que se destacó en las calles para el juicio político del entonces presidente Fernando Collor de Mello, acusado pero de corrupción.
El Supremo Tribunal Federal, que por unanimidad suspendió a Cunha de su cargo de diputado, no consideró el impeachment como una de las herramientas de extorsión. “Me pregunto por qué no fue incluido esto”, dijo Chico Alencar, diputado del Partido Socialista y Libertad (PSOL), lo cual abriría otro escenario frente a la votación del próximo miércoles.
Como muestra sobre cómo la política avanza, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, reveló que el sábado pasado recibió un llamado del vicepresidente Temer. “Me pidió que le dijera que su gobierno, en caso de asumir, seguirá la misma política hacia la organización de los Juegos Olímpicos Río 2016”, dijo Eduardo Paes, alcalde carioca. Temer deberá el 5 de agosto ser uno de los líderes de la apertura de los Juegos. Desde la izquierda prometen, los movimientos sociales, resistencia a lado de Dilma. (I)