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Grandes plumas: Víctor Emilio Estrada
Especial edición conmemorativa de El Telégrafo
Don José Abel Castillo y su interés por el progreso y solidez de la economía nacional.
Allá por el año 1917 el autor de estas breves notas desempeñaba el cargo de Interventor de Hacienda en la Tesorería del Guayas y se encontraba empeñado en aprender con libros hacendarios la realidad y la acción tanto como la teoría del ramo en que actuaba, para mejor cumplir sus deberes.
Es en esa época que se estrechó la ya previa relación que me ligó con don José Abel Castillo y es a través de sus contactos de esa época con el esforzado adalid de la prensa ecuatoriana como tuve ocasión de darme cuenta y testificar ahora del gran interés que expresó siempre don José Abel –don Pepe como en la intimidad del trato lo llamé siempre– por todo lo relacionado con el orden y la disciplina económica, especialmente la de aspectos monetarios en el Ecuador.
En estos instantes –como recordarán muchos lectores– se terminaba el anterior conflicto europeo del cual salió el Ecuador con relativa holgura y sin necesidad de apelar a medidas artificiosas o coercitivas...
V.E.Estrada
ALGO MÁS DEL PERSONAJE
Su vida familiar, militar y financiera
1909: Fallece su madre.
1910: Ingresa al Ejército, un año más tarde fue ascendido a capitán.
1911: Su padre es candidato a la presidencia de la República, gana y fallece en ese año.
1912: Contrae matrimonio con Isabel Icaza.
1914: Nace su primer hija, que llevaría el nombre de su madre.
1917: Interventor de Hacienda en la Tesorería del Guayas.
1919: José Abel Castillo lo incentiva para que se convierta en gerente del futuro Banco La Previsora. Muchos de sus escritos económicos fueron publicados en este medio.
1925: Promueve la venida de la Misión Kemmerer. Fue testigo de la Revolución Juliana.