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Grandes plumas: Federico García Lorca
Algo más del personaje
→ Federico García Lorca y su revolución. En 1908 inició sus estudios de bachillerato en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Granada, además estudió música con el profesor Antonio Segura.
→ Culminó sus estudios de bachiller e inició su formación en la Universidad de Granada. Se matriculó en Derecho y en Filosofía y Letras en 1915. Un año más tarde escribió su primera prosa “Mi Pueblo”, en la que narró los primeros episodios de su infancia.
→ En 1917 conoció al poeta literato Antonio Machado, María del Reposo Urquía en Baeza y Luis Buñuel. Escribió el poema “Canción. Ensueño y confusión” de clara influencia de Rubén Darío.
→ Durante su veraneo en Asquerosa escribió su primer borrador de “Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita”. Se conoció en Madrid con Dalí.
→ Viajó a Nueva York y escribió su libro “Un Poeta en New York”, en 1929. Regresó a España con su posición contraria al general Franco, fue perseguido y fusilado en el barranco de Viznar, Granada. (I)
Prendimiento de Antoñito el Camborio
Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de Verde Luna anda despacio y garboso. Sus empavonados bucles le brillan entre los ojos. A la mitad del camino cortó limones redondos y los fue tirando al agua hasta que la puso de oro. Y a la mitad del camino, bajo las ramas de un olmo, guardia civil caminera lo llevó codo con codo…
Antonio ¿quién eres tú? Si te llamaras Camborio, hubieras hecho una fuente de sangre, con cinco chorros. Ni tú eres hijo de nadie, ni legítimo Camborio. ¡Se acabaron los gitanos que iban por el monte solos! Están los viejos cuchillos, tiritando bajo el polvo. A las nueve de la noche lo llevan al calabozo, mientras los guardias civiles beben limonada todos...Voces de muerte sonaron cerca de Guadalquivir…
Tres golpes de sangre tuvo, y se murió de perfil. Viva moneda que nunca se volverá a repetir. Un ángel marchoso pone su cabeza en un cojín. Otros de rubor cansado, encendieron un candil. Y cuando los cuatro primos llegan a Benameji, voces de muerte cesaron cerca del Guadalquivir.
Federico García Lorca