Gonzalo Freire Silva creó esta agrupación como un proyecto de la Universidad de Guayaquil para rescatar las costumbres de los pueblos del litoral ecuatoriano. El grupo ha logrado reconocimientos internacionales.

Los habitantes del barrio San Rafael, comuna Palmar, se dedican parte del año a filetear corvina de roca que comercializan al mercado nacional. El resto de meses están orientados a la crianza de nauplio.

La fiesta andina en honor al Sol se celebra cada solsticio de invierno, el 21 de junio. Tres tipos de danzantes recorren las calles de la comunidad.

Fundó el Ballet Andino IntyGuayas que, sin alejarse de su esencia, fusiona la danza andina con la clásica y contemporánea. Tiene cinco producciones escénicas. Lo integran 25 bailarines.

Las canciones tradicionales son fusionadas con ritmos e instrumentos que representan la música de Canadá, como el jazz o rock más la latina.

Los complejos arqueológicos de Ingapirca y Cojitambo han preparado una amplia agenda para compartir una ancestral festividad dedicada al sol y al maíz.

Durante esta celebración, la actividad se convertía en una especie de carnaval en donde la vida cultural de los esclavos era recreada como en su natal África. Ellos acostumbraban a colocarse máscaras de demonios.

El matrimonio es una ceremonia mística y de conexión espiritual. Es una experiencia que estrecha los lazos de los contrayentes como pocos rituales de esta clase.

El sitio está ubicado en un territorio ancestral de esta nacionalidad indígena y su objetivo es mostrar el desarrollo de la comunidad, pero con identidad.

La religiosidad afroecuatoriana es propia de este pueblo que rinde culto a santos católicos de una manera tal que le estaría restando autoridad a la Iglesia.