Ecuador / Lunes, 06 Octubre 2025

La eterna duda sobre tu perro: ¿Cada cuánto es recomendable bañarlo?

La frecuencia del baño de los perros depende de varios factores
FOTO: Cortesia
La frecuencia para bañar a los perros depende de varios factores entre tamaño, pelaje o actividad. Aquí unos consejos para que te evites malos ratos



Las mascotas no necesitan bañarse con la misma frecuencia que los humanos, así quieran tenerlo todo el tiempo en casa compartiendo muebles, alfombras y hasta la cama.

Existen ciertos parámetros que deben considerarse para llevar al peludito a la ducha. Uno de ellos está relacionado directamente con su raza y pelaje.

Por ejemplo:

Pelo corto y piel sana: cada 4 a 8 semanas

Pelo largo o doble capa: cada 3 a 6 semanas

Perros con piel sensible: cada 6 a 12 semanas

Perros muy activos o que salen mucho: Cada 2 a 4 semanas

Perros con tratamientos dermatológicos: según lo indique el veterinario

También, debes comprar un shampoo específico para perros. No es recomendable que lo bañes con el shampoo de humanos.

Si terminaste de bañarlo y el perro se ensució por alguna razón, lo recomensable es usar solamente toallitas húmedas para mascotas o shampoo en seco.

Problemas de bañarlo muy seguido:

Ten en cuenta que no deben bañar al perro tan seguido porque puedes eliminar los aceites naturales de su piel y causar resequedad o irritación. Esto provoca picazón, enrojecimiento, caspa y sensación de ardor.

Irritación o alergias cutáneas: El uso frecuente de shampoo, incluso si es para perros, puede causar reacciones alérgicas. Esto puede generar lesiones, costras o pérdida de pelo.

Debilitamiento del pelaje: Al quitar los aceites, el pelo se vuelve quebradizo, opaco y menos resistente. También pueden aparecer enredos o nudos más fácilmente.

Desequilibrio del pH natural: La piel de los perros tiene un pH distinto al de los humanos. Los baños frecuentes pueden alterar este equilibrio, favoreciendo la aparición de bacterias o hongos.

Problemas de salud más graves: Si no se seca bien, puede desarrollar infecciones por humedad, como la otitis (en las orejas) o dermatitis por hongos.

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