Una historia de ternura y resiliencia conmovió a miles de personas en redes sociales. Una perrita que fue diagnosticada con depresión tras sufrir un aborto espontáneo encontró una nueva oportunidad de alegría gracias a un gesto inesperado de sus cuidadores.

Según el reporte difundido por medios locales, los veterinarios que atendían a la perrita notaron que su estado de ánimo empeoraba con el paso de los días, pese a recibir atención médica y acompañamiento constante. Para ayudarla a recuperarse, decidieron incluirla en un programa de interacción con niños en una escuela cercana.

La iniciativa surgió con el objetivo de brindarle afecto, compañía y estímulo emocional, y pronto dio resultados sorprendentes. Al compartir tiempo con los estudiantes, la perrita recuperó su energía, volvió a jugar y mostrar entusiasmo, convirtiéndose en una visitante muy querida por los niños.

Los especialistas señalaron que este tipo de vínculos pueden tener efectos terapéuticos positivos tanto en los animales como en las personas, al fortalecer la empatía, reducir el estrés y fomentar el bienestar mutuo.

Hoy, la protagonista de esta historia “nunca ha sido tan feliz”, según sus cuidadores, y continúa participando en actividades educativas, demostrando que el amor y la conexión pueden sanar incluso las heridas más profundas.

A una perrita le diagnosticaron depresión, después de sufrir un aborto espontáneo, y los veterinarios decidieron que colaborar con niños en una escuela local sería bueno para ella. Nunca ha sido tan feliz. pic.twitter.com/4Ndso3gov4

— Esteban Navarro Soriano (@EstebanNavarroS) October 29, 2025