La unidad educativa Giovanni Antonio Farina obtuvo la certificación de calidad, gracias a Dios y al esfuerzo de todos los miembros de la comunidad.

Recordar los inicios de la institución hace 61 años es descubrir el gran esfuerzo de todo el personal por vivir y transmitir los valores institucionales, como su lema: “Con Suavidad y Firmeza”.

La meta de obtener una certificación para la Unidad Educativa nace en el año 2018 en una de las reuniones de la RIEHDE (Red de las instituciones educativas de las hermanas Doroteas en el Ecuador), conformada por las hermanas rectoras de los diferentes colegios del país, quienes en su afán de brindar un servicio de calidad, según su visión y misión institucional, deciden alcanzar una certificación que avale su servicio educativo.

El proceso comenzó el mes de abril de 2018. Fue un año y medio de arduo trabajo, reuniones mensuales, trabajo en equipo, elaboración de documentos, etc.

Se nombró líderes de procesos, quienes junto a la rectora llevaron adelante el trabajo de las varias gestiones. Ellas son Msc. Sor Marlene Garcés, administrativa; Lcda. María Teresa Saltos, admisión; Lcda. Alexandra Vallejo y Psc. Alicia Benavides, pedagógica; Ing. Mariela Arroba y Sor María Arroba, recursos, y Lcda. Yamile Bustamante, talento humano y gestión de mejora.

A partir del mes de marzo hasta agosto del presente año se realizaron auditorías internas y externas con excelentes resultados que garantizaron la certificación de calidad ISO para la institución.

Infinitamente damos gracias a Dios y a todos quienes formaron parte de este sueño que se convirtió en una realidad. (I)

La delegación encargada de toda la tramitología para lograr el honor de ser catalogado como uno de los mejores colegios del país. Foto: Carlos Mendoza / El Telégrafo 

Állison López, Eduardo Gavilánez y Andrea Vargas
Estudiantes