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El Telégrafo
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Programa UGatos ha intervenido 70 felinos de la Universidad de Guayaquil

El jueves 8 de febrero se realizó la segunda jornada de adopciones en la Universidad de Guayaquil. Lorna Toro (derecha, con lentes) se convirtió en la nueva madre de Charlie, un hermoso gato gris.
El jueves 8 de febrero se realizó la segunda jornada de adopciones en la Universidad de Guayaquil. Lorna Toro (derecha, con lentes) se convirtió en la nueva madre de Charlie, un hermoso gato gris.
Foto: Juan Carlos Holguín / El Telégrafo
12 de febrero de 2018 - 00:00 - Juan Carlos Holguín

Lorna Toro llegó desde Cali (Colombia) para estudiar Medicina en la Universidad de Guayaquil. Cursa segundo semestre y aunque durante su estadía en la ciudad ha hecho varios amigos, gran parte del tiempo se encuentra sola en el lugar donde reside, en el norte de la urbe.

Por eso cuando vio a Charlie, el flechazo fue instantáneo. Al ver sus ojos grandes y expresivos y su ternura, se enamoró de él y decidió llevarlo a su hogar para que le sirva de compañía.

Sin dudarlo la joven llenó el formulario de adopción, luego de lo cual se marchó con Charlie, un hermoso gato gris que hacía parte de las colonias felinas que viven en el campus universitario y que fue rescatado como parte del proyecto UGatos, que adelanta la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Según un censo realizado por personal de la facultad, en toda la alma mater hay aproximadamente 300 gatos, que se reproducen de manera indiscriminada.

Esta sobrepoblación llevó a implementar el programa, cuyo objetivo es capturar a los felinos y esterilizarlos. Si son dóciles y pueden adaptarse a la vida en una casa, se los da en adopción. En caso contrario, se los regresa a las colonias, donde seguirán viviendo pero sin reproducirse.

El proyecto inició en noviembre de 2017 y hasta la fecha se ha logrado intervenir a 70 felinos, los cuales cerca de 30 han encontrado un hogar durante las dos jornadas de adopción que se han desarrollado hasta el momento en la plazoleta central de la universidad, frente a la Facultad de Jurisprudencia.

La doctora Georgia Mendoza Castañeda, veterinaria, máster en Epidemiología y docente en la Universidad de Guayaquil, está al frente del programa. En la jornada de adopción que se cumplió el pasado jueves 8 de febrero señaló a EL TELÉGRAFO que “tenemos cerca de 24 gatos pequeños que hemos entregado en adopción”.

A los animales que son capturados, además de esterilizarlos, se les aplican las vacunas contra la rabia y la triple felina. “Todos los gatos que salen en adopción van con sus respectivas vacunas y si son pequeños, con el cupón para la esterilización una vez tengan la edad adecuada”, explicó la galena.

Según Mendoza, la campaña UGatos ha tenido bastante acogida entre la comunidad; sin embargo, hay personas que han llevado a sus propios gatos para que se los operen. “Les decimos que el proyecto en un principio es para las colonias ferales, no está enfocado en los gatos caseros. Más adelante esperamos expandirnos”, señaló.

Para adoptar uno de los felinos universitarios se pide copia de cédula y planilla de servicios básicos del lugar donde residirá el animalito.

Estos fueron los documentos que presentó Lorna Toro para poder llevarse a Charlie. La joven resaltó esta iniciativa. “Me parece una muy buena campaña, así las personas tienen más cercana la posibilidad de adoptar un animalito y los gatitos pueden conseguir una familia”.

Afirma que cuando llegó a la Universidad, hace año y medio, se dio cuenta de la sobrepoblación felina. “Hay demasiados gatos, es una buena idea esterilizarlos”.

Con ella coincide Dixon Joel Pincay Parrales, estudiante de primer semestre de Medicina en la Universidad de Guayaquil, quien también adoptó un gato en la jornada del 8 de febrero.

“Un gato es un buen animal de compañía. En mi casa tengo otro pequeño y creo que le hará bien tener alguien con quién jugar”, relató el joven. “Me parece muy bien esta campaña pues aquí en la universidad se nota la sobrepoblación de felinos. El problema es cuando la gente no esteriliza sus animales”.

Pincay hizo un llamado a la comunidad para que se promueva la adopción. “Si alguien desea un perro o un gato, no debe comprarlo. Es mejor adoptar, hay muchos animales que están esperando por un hogar”.

Dixon Joel Pincay, estudiante de Medicina en la Universidad de Guayaquil, adoptó uno de los gatos rescatados de las colonias de la alma mater. Foto: Juan Carlos Holguín / El Telégrafo

Un trabajo que requiere paciencia
La doctora Georgia Mendoza explica que los gatos entran en celo cada dos meses y una hembra es capaz de parir entre 3 y 8 gatitos. Esto puede generar problemas de sobrepoblación, que a su vez originan que algunas personas opten por envenenar o golpear a los animales.  

El programa que se está aplicando en la Universidad de Guayaquil es el que se utiliza en diferentes países para el control de colonias ferales o salvajes: CES (captura, esterilización y suelta). “Los animales son capturados en sus colonias, se los opera y luego se los suelta en el mismo lugar, adonde ya están habituados”, señala la doctora Mendoza.

Además de esterilizarlos, los gatos son vacunados contra la rabia y se les aplica la vacuna triple felina.

Para este trabajo el campus universitario fue dividido en seis sectores. De esta manera cuando un minino es capturado, se le pone un código para identificar de qué sector es y luego poder dejarlo en la misma colonia.

El proceso de captura requiere paciencia. Como muchos gatos de la alma mater son salvajes, se alejan en cuanto un humano se acerca.

Por ello se utilizan jaulas trampa, las cuales se cierran cuando el animal entra para alcanzar la comida que se pone en un extremo y acciona un mecanismo que deja caer la puerta, aprisionándolo.

Las jaulas son distribuidas en diferentes facultades y cuando un gato es atrapado, se lo lleva a cirugía. Según la directora del programa, los encargados de operar a los felinos son alumnos de octavo semestre de Medicina Veterinaria y Zootecnia, que tienen entre sus materias la de Técnicas Quirúrgicas.

“Ellos están en dos quirófanos, siempre acompañados por docentes que supervisan su trabajo”, explica la doctora Mendoza. Para esta labor cuentan con los permisos sanitarios respectivos.

En el proyecto participan cinco docentes y unos 40 alumnos que hacen sus horas comunitarias y de gestión social de conocimiento.

El grupo de UGatos vende souvenirs para recaudar fondos y solicita donaciones de productos necesarios para las cirugías, como jaulas trampa, mascarillas, guantes quirúrgicos, alimento para gatos, jeringuillas, desinfectante y fundas para basura.

Quienes estén interesados en colaborar pueden contactarse a través de las redes sociales del grupo (Facebook @GatitosUG, Instagram gatitosug, Twitter @gatitosug), al 0997862604 de María del Carmen Zambrano, o al 0998402810, de Georgia Mendoza. (I)

Las jaulas trampa son instaladas en diferentes facultades y se espera a que algún gato sea atrapado. Luego de ello es trasladado a cirugía. Foto: Miguel Castro / El Telégrafo

Cuidados
Cuidado posoperatorio
Las cirugías se realizan los martes y miércoles. Luego de ello los felinos son tenidos en observación algunos días para el control posoperatorio antes de ser devueltos a las colonias o ser entregados en adopción.

2 meses pasan entre cada período de celo en los gatos. Las hembras pueden parir entre 4 y 8 crías.

Eutanasia, una posibilidad
El proyecto contempla la eutanasia en caso de que haya un felino con un cuadro demasiado grave de salud y se encuentre sufriendo. Sin embargo, hasta ahora no ha sido necesario aplicar esta medida.

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