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Funcionan junto a la iglesia medalla milagrosa

Dos centros de amparo social obtuvieron alimentos y ropa

Los niños de la Escuela Especial de No Videntes Julius Dolphner esperan más apoyo. Foto: Roberto Chávez/ El Telégrafo
Los niños de la Escuela Especial de No Videntes Julius Dolphner esperan más apoyo. Foto: Roberto Chávez/ El Telégrafo
17 de mayo de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Centro

Esta semana se entregaron víveres y ropa para los niños y adultos que se benefician con el albergue del Centro Social San Vicente de Paúl y de la Escuela Especial de No Videntes Julius Dolphner, en Ambato.

Ambos servicios sociales reciben el apoyo de la Diócesis y de las religiosas de la congregación Hijas de la Caridad y funcionan junto a la iglesia Medalla Milagrosa, en las céntricas calles Rocafuerte y Lalama.

La mañana del martes, los miembros de los 4 clubes Kiwanis de Ambato, encabezados por Mariana Buenaventura, gobernadora nacional del Distrito Ecuatoriano de Kiwanis International, entregaron las mercancías a sor Susana Mise, superiora de la organización religiosa católica.

“Recibimos información de la necesidad constante que tienen allí y coordinamos la recepción de donaciones. Nuestro compromiso es compartir con los adultos y niños que llegan diariamente al albergue y a la escuela.

Seguiremos apoyando y pedimos a más ambateños que se sumen a esta cruzada de apoyo”, aseguró Buenaventura.

La escuela para no videntes, que funciona desde 1979 con el sistema educativo convencional, recibe el apoyo de la Pastoral Social de la Diócesis de Ambato y del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

Treinta y dos chicos asisten allí de lunes a viernes y cumplen horarios de 13:00 a 18:00. De ellos, 18 estudian en escuelas regulares y concurren 3 o 4 veces a la semana, para reforzar su aprendizaje y fomentar su autoestima y seguridad.

Los otros 14 todavía no van a las aulas, pues primero necesitan guía para desenvolverse desde la oscuridad en este método educativo. Por eso el lema de esta escuela, que se exhibe en un letrero azul en la entrada, es ‘Rompiendo barreras, de la sombra a la luz’.

La educación es gratuita y eso es lo que aporta esperanza y optimismo a las familias beneficiadas.

En cuanto al albergue, sor Mise explicó que en ese lugar hicieron de la piedad, clemencia y compasión las máximas inspiraciones para ofrecer a 45 trabajadores ocasionales de recursos escasos, alojamiento y alimentación digna a muy bajo costo ($ 0,50 por persona).

La tarde del martes 20 de mayo, niños y padres del Centro Educativo Sagrada Familia también llevarán donaciones. “Conocimos de la difícil situación de estas personas por  EL TELÉGRAFO y nos organizamos con los niños de los quintos que se alistan para la Primera Comunión”, dijo Edith Jácome, organizadora.

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