Las huellas en la arena son pocas… la playa luce semivacía, pero esto cambiará en Salinas este fin de semana, cuando el cantón peninsular albergue a cerca de 80.000 personas por las festividades de fin de año.    

Hay tranquilidad en el sitio. El pasado fin de semana la afluencia de personas no fue la esperada por quienes habitan en la ciudad, que ven en el movimiento de turistas un fuerte ingreso económico.

Eso sí, las reservaciones de hoteles muestran un alza con el pasar de los días. Los precios de las habitaciones varían de la semana anterior a esta.

En el hotel Las Palmas la noche costó 30 dólares el sábado pasado y  podía ocuparse  el cuarto por un solo día, sin embargo este fin de semana cada noche de estancia costará  60 dólares por persona y para poder hacer la reservación  debe separarse la habitación por 3 días como mínimo.

En el hotel Salinas, el precio regular de las habitaciones es de 50 dólares por día, pero para este feriado, el mínimo es de 65 dólares, con la condición de reservar 3 días.

En el hotel Cocos, situado en el Malecón de Salinas, los precios no varían mucho, pues pasan de 20 a 30 dólares, más impuestos.

Oton Arboleda, presidente de la Cámara de Turismo de Salinas, indica que en los últimos años la afluencia de turistas que buscan pasar fin de año en la localidad ha bajado, pero que para cerrar el 2013 habría una mejoría. “El año anterior hubo alrededor de 50.000 turistas, entre los que pernoctaron y los que solo vinieron por el día”, dijo Arboleda, quien recuerda que en el pase de año de 1999 al 2000 hubo cerca de 100.000. “Este año esperamos a 80.000 personas”, dijo con optimismo.

El comercio en la playa también espera con ansias el fin de año, ya que con este inicia la temporada playera 2014.

Felipe Valiente, quien lleva 22 años trabajando en actividades de diversión a orillas del mar, dice que para este fin de año se proyecta que entre 150 y 200 personas utilicen una banana (un inflable en el que pasean hasta 10 personas –una detrás de otra- por el agua).

En la playa de Salinas (incluido el sector de Chipipe) hay 15 bananas, lo que daría como resultado que entre 3.000 y 4.000 personas gocen de esta distracción. Otro inflable  muy utilizado es “la bestia”.         

“Diosito quiera que vengan muchas personas este fin de año. La competencia es dura, los compañeros que alquilan bananas, ‘bestias’ y botes se portan mal a veces. Bajan los precios del mercado y eso nos perjudica”, expresó Valiente.    

El mercado del alquiler de lanchas empezó a inicios de los 80, cuando había embarcaciones pequeñas de máximo 5 personas. En esa misma época se empezaron a alquilar motos acuáticas. A mediados de los 90, cuando Salinas se potenció mucho más como punto turístico, aparecieron las bananas. “El último juego acuático en aparecer fue ‘la Bestia’. Ya lleva como tres años y le gusta bastante a los turistas”, acotó.

César Tomalá, quien también ofrece actividades de distracción en la orilla del sector de San Lorenzo, indica que el que ya no lleguen buses interprovinciales hasta Salinas ha mermado su trabajo. “Cuando están en la terminal terrestre (nueva edificación que se ubica en Santa Elena y funciona desde inicios de este mes), los turistas prefieren muchas veces irse a Montañita que venir a Salinas. Ojalá que las autoridades puedan revisar esto para que vengan más personas a Salinas”, manifestó Tomalá.  

Caminando por la playa se puede encontrar a Víctor Orrala, quien se ha dedicado por 15 años a hacer tatuajes temporales y permanentes en la orilla del mar.     

Este artista espera elaborar un promedio de 20 tatuajes diarios en el feriado que se aproxima. Los costos de sus dibujos corporales van desde 3 dólares, los que duran un máximo de 3 semanas, y 20 dólares, los que son perennes.

En el sector gastronómico, un filete de pescado con arroz, patacones y salsa tiene un costo promedio de 4 dólares. En cuestión de ceviches, un plato mixto va desde los cinco dólares hasta los 12 (estos últimos llevan langosta). “La comida acá es espectacular, siempre que vengo me tengo que comer un ceviche mixto, pero sin concha. A veces almuerzo arroz marinero, que  lo sirven con  cangrejo y un filete de pescado arriba”, dice Winston Samaniego, quien visita Salinas al menos una vez al mes.