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Mora: No hay miopía en Vivanco y Haro, sino sesgo
“No hay miopía en la mirada de los periodistas, existe sesgo, manipulación y tergiversación de la verdad”, así se refiere el secretario ejecutivo de Alianza PAIS, Galo Mora, a las columnas de opinión “Miopía y lentes de aumento”, de Jorge Vivanco Mendieta y “Valores de la marcha”, de Clemente Haro, publicadas el 28 de marzo en diario Expreso.
Haro, en su columna, sostiene que “aparte de que hay que reivindicar el verdadero número de participantes en la marcha, señalado por el Presidente de la República en ocho mil, cuando de verdad llegaron alrededor de veinte mil, hay que destacar la valentía de los marchantes …”.
Mientras que Vivanco considera, que la movilización de la Conaie “(…) fue la marcha más larga de la historia, recorrió el país de punta a punta”. Y al referirse a la marcha de apoyo al Gobierno, afirma que “Paralelamente se organizaban las marchas oficiales, sus participantes contaron con suficientes y cómodos buses, una paga de 20 dólares por persona que llamaban “viático” y sabrosos sándwiches…”.
Mora cuestiona que Haro haya contado 20.000 marchantes y Vivanco hable con certeza de viáticos, sándwiches y buses cómodos. “¿Estuvieron acaso ambos periodistas en la marcha? ¿Salieron desde El Pangui hasta Quito? ¿Se subieron en los buses, comieron los sándwiches, cobraron los viáticos? ¿Contaron, uno por uno, los presuntos veinte mil asistentes?”, pregunta el dirigente.
Mora destaca que “testimonios de diversa índole, desde fotográficos hasta declaraciones de los propios actores, hablan de una marcha -la movilización de la Conaie- que contó con 200 y 400 marchantes o marchistas, pero no marchistas de todo el camino, no mitad a pie, mitad andando, sino que, tras la fotografía necesaria para el eco que requería dar cierta prensa, abordaban vehículos que, al parecer, tenían la propiedad de ser invisibles”.
Mora sostiene que es falso lo que expresa Vivanco, cuando en su artículo dice que los ciudadanos que apoyaban al Gobierno debieron desocupar el parque de El Arbolito para evitar un enfrentamiento cuando llegara la marcha opositora, sino que aclara que se hizo para cumplir con la disposición del alcalde Augusto Barrera y por las reiteradas invocaciones del presidente Correa “para evitar inútiles conflictos y potenciales enfrentamientos”.
Cree que “las expresiones de violencia, que los dos periodistas jamás reconocen, fueron causadas por quienes apoyaron, ya en Quito, la marcha de El Pangui, y que responden a partidos y movimientos hoy glorificados por la prensa dependiente de intereses y enloquecida por haber perdido el poder político”.
Mora enfatiza que “al menos 60.000 personas” se movilizaron para respaldar a Correa y concluye que “falsear la verdad, ignorar la realidad, alterar las cifras, adulterar los hechos, es una desvergonzada, aunque común, práctica en la avalancha mediática contra este proceso revolucionario; pero representa, en esencia, la expresión de fanatismo y descaro de manifestaciones políticas disfrazadas de columnas de opinión”.