Una extensa bandera con los colores que representan a los LGBTI era portada por integrantes de este grupo que recorrió calles de Quito, como la Mariscal, pidiendo la igualdad de derechos, incluso el matrimonio civil entre personas del mismo sexo.

En Guayaquil, también, se desarrolló un desfile en el que participaron transexuales vestidos llamativamente, con alas, cuerpos pintados y atuendos de hadas, junto con lesbianas, gays y bisexuales, que recorrieron el Malecón 2000 hasta el Parque Centenario. Todas estas actividades tenían una razón: celebrar el Día del Orgullo Gay, que cumple 45 años de lucha contra la homofobia.

“Nuestro pedido fundamental es que se garantice que todos los ecuatorianos tengamos los mismos derechos. Hasta el momento la comunidad LGBTI no los tiene. No existen políticas de inclusión que favorezcan nuestra participación”, indicó Efraín Soria, presidente de la Federación Ecuatoriana Equidad que organiza por décimo año consecutivo este evento.

No importó la edad para ser parte de esta marcha en la que  amigos y familiares entonaron en la capital al unísono el pedido de respeto. “Estoy a favor de las familias diversas”  o “Soy lesbiana y me quiero casar en Ecuador”, rezaban los carteles.

Aníbal Mendoza acudió por cuarto año seguido al desfile en Guayaquil. “Mi mamá no me deja salir porque cree que me harán daño por ser gay. Aquí conozco nuevas personas y me siento seguro. Es un día que lo espero ansiosamente”, dijo emocionado el joven de 21 años.

Ni el Mundial de Fútbol pasó desapercibido en el desfile. El ritmo de la samba, los globos blancos que emulaban al balón brazuca y el traje típico del sambódromo estuvieron presentes en la conmemoración que cerró con un show artístico en la Plaza Foch.