Grandes plumas: Ángela Carbo de Maldonado
RESURREXIT
Vaga luz tiende haces de oro sobre negros horizontes,
y sonrosa los encajes de la túnica auroral,
y perfila sobre el éter la corona de los montes,
y en la tierra vierte vahos de alegría celestial:
ya de flores ciñe un manto la campiña de Judea,
ya el balido de la oveja repercute en el Hebrón,
y el lucero de la aurora diamantino centellea
en los rítmicos cristales del torrente de Cedrón;
puras brisas beben ámbar de la flor en las corolas,
y los pájaros arrullan en el nido de su amor…
...de las auras perfumadas, en las ráfagas silentes,
que flotaban en contorno de la tumba de Jesús,
replegó sus alas níveas, vaporosas, esplendentes,
¡el bendito mensajero de los reinos de la luz!…
...Despidiendo un haz de rayos luminosos de su frente,
el hermoso mensajero de la patria del amor,
asentado en la ancha piedra, custodiaba reverente
¡el sepulcro ya vacío del Divino Salvador!
...¡Victorioso de la muerte, surgió vivo Jesucristo,
irradiando más que el cielo su hermosura divina!...
ÁNGELA CARBO DE MALDONADO
Algo más del personaje
Su familia y sus obras
Libro de la Biblioteca Ecuatoriana- Colección Mujeres N° 10. Poesías.
Sus padres fueron el doctor Tomás Carbo y Ángela Macías.
En 1883 se casó con el doctor Teodoro Maldonado Cora. De este matrimonio nació el famoso médico Teodoro Maldonado Carbo.
Fue poetisa, escritora y colaboradora de diarios guayaquileños.
Durante su vida perteneció a varias instituciones de beneficencia: Belén de Huérfanos, directora de la Liga Eucarística del Ecuador, Sociedad de Beneficencia de Señoras, Conferencia de San Vicente de Paúl, presidenta de la Asociación de la Prensa Católica de Guayaquil, entre otras.
Sus obras poéticas más reconocidas son “América y España”, obra dedicada a su amiga Leonor Sáenz de Tejada y “Ecos de la fiesta”, con la que obtuvo un premio literario. Además fue una gran cantora de varios géneros, dice el archivo Bibliográfico Ecuador. (I)
Edición de la mañana de diario EL TELÉGRAFO del 31 de marzo de 1918.