Los maderos y otros elementos de los malecones ubicados al pie del río Guayas y Estero Salado son objetos de descuido y agresiones.

El problema, que ya tiene varios meses sin solución, se observa en asientos y zonas para peatones. Por ejemplo, en las camineras del Puente 5 de Junio hay tablones que están fuera de su lugar, lucen partidos o hay agujeros desde donde se puede observar, hacia abajo, el Estero Salado.

Maritza Lino, estudiante universitaria que a diario camina por el lugar, recordó que en una ocasión se lastimó la rodilla al caer, pues no se percató del daño cuando caminaba con zapatos de tacón. “Desde entonces uso sandalias”.

El Parque Lineal -ubicado entre el puente 5 de Junio y el km 1,5 de la av. Carlos Julio Arosemena- es visitado por la variedad de flora y fauna que se encuentra en el sitio.

Sin embargo, quienes transitan critican el entablado flojo. Muchas personas que hacen ejercicios físicos por ese espacio, de más de 21 mil metros cuadrados, especialmente trotan, deben bajar la marcha cuando cruzan sobre las vigas de madera que están sueltas.

Algunos asientos están desgastados y en varios faltan algunos de los palos transversales que dan forma al mobiliario.

Asimismo, a la altura de los juegos biosaludables, una escultura de madera donde aparecen figuras de personas, perdió algunos relieves por, aparentemente, acción de termitas o polillas.

En el Malecón del Salado, parte del tramo es oscuro por las noches debido a que algunas de las lámparas no funcionan. Así lo afirmó Abel Martínez, morador de las calles 15 y 10 de Agosto. “Uno lo piensa varias veces para pasear porque nos exponemos a los asaltos”.

Además, algunas de las barandas de las entradas están rotas. Cecilia Mora, habitante de la zona, manifestó que su mayor preocupación es sufrir algún accidente.

“Hay que aumentar la seguridad porque también se roban algunas piezas”, indicó.

Durante la semana, se pudo observar que personas daban mantenimiento a las luminarias. También se puede notar que al menos una decena de guardias privados patrulla el sector.

Al otro lado del Estero Salado, en la Universidad de Guayaquil, el malecón también presenta barandas oxidadas y tablones podridos en los asientos. Varios de estos elementos también han sido sustraídos.

Mientras que en el Malecón Simón Bolívar, aunque el mantenimiento es más minucioso en cuanto a peatonales y bancas, los baños son los puntos en los que hay desaseo y robo.

En al menos 3 baños, cuando se ingresa se perciben fuertes olores, como heces y orina. El problema se presenta porque hay deficiencias en el desagüe de las baterías sanitarias y orinales.

El gerente de Operaciones de la Fundación Malecón 2000, Fernando Delgado, en anteriores ocasiones, manifestó públicamente que mantener limpios y funcionales los baños es una tarea difícil.

Lamentó, además, que la ciudadanía colabore poco para el buen uso de estos espacios. Se estima que el paseo León Febres-Cordero recibe diariamente 70 mil visitantes.

En otros lugares, como Malecón del Salado, cerro Santa Ana, Las Peñas y Plaza Rodolfo Baquerizo, los inconvenientes se presentan solo en las baterías sanitarias y lavabos.

Sobre el malecón universitario, el presidente de la Fundación Siglo XXI, Wilfrido Matamoros, aclaró que la Universidad de Guayaquil es la encargada del mantenimiento del malecón. Sin embargo, también se ha colaborado en esta tarea por petición del alcalde Jaime Nebot.

Por su parte, el Municipio de Guayaquil informó que el mantenimiento del Parque Lineal se realiza anualmente, en el tercer cuatrimestre del año.