Nasser Al-Khelaïfi explotó de ira luego de la eliminación que sufrió el Paris Saint Germain ante el Real Madrid, en un partido que ganaba 1-0 y que terminó 3-1 a favor de los españoles. El presidente del club francés descargó esa furia contra el árbitro Danny Makkelie.

Tras el cotejo, el directivo bajó de inmediato a los camerinos, donde se ubicaban los réferis, para protestar por una supuesta falta contra el golero Donnarumma. Esta acción terminó en el empate provisional marcado por Karim Benzema, figura del cotejo con dos conquistas más. 

La furia de Al-Khelaïfi se evidenció con sus puños estrellándose contras los muros al bajar las gradas con fuertes pisadas, además de empujones al personal que laboraba en el estadio Santiago Bernabéu. Su propósito era llegar al neerlandés Makkelie. Algo que finalmente no sucedió.

"La sensación es de mucha injusticia, por el gol concedido. Es falta clara de Benzema a Donnarumma. El estado emocional cambió y quedamos muy expuestos", justificó el DT del PSG, el argentino Mauricio Pochettino. Sin embargo, el cuadro galo también falló a la hora de defender un marcador que le era favorable, ya que el empate también lo clasificaba, por el triunfo 1-0 en la ida.