Se esperaba que el congreso 72 de FIFA sea una edición más de este tipo de encuentros, destinados a hacer diplomacia deportiva. Gente de todo el mundo haciendo RRPP de alto nivel, sonrisas y fotos de recuerdo. Momento apto para elogios mutuos y un clima donde los intere.

Pero los cimientos del imponente Centro de Convenciones de Doha temblaron la mañana de este jueves. El impacto fue doble, por lo imprevisto y por lo furioso. ¿Alguna nueva revelación, tipo Fifagate? ¿Más corrupción? No.

Lise Klaveness saltó al estrado y desde su posición de presidenta de la Federación Noruega de Fútbol no tuvo piedad. Su discurso fue ganando intensidad y la sorpresa se tomaba el auditorio. El puntal de su presentación fue la inclusión, los derechos humanos y el papel del fútbol en estas terrenos.

Sus palabras sonaban raras. Claro que lo eran, en un ambiente donde se habla básicamente de dinero, patrocinadores y creación de torneos y más torneos. La cachetada más fuerte e imprevista fue a Qatar. Lise fue desafiante y clara al puntualizar sobre la precaria situación del trabajador.

Su talante valiente y sin titubeos fue un desafío más. Pero Klaveness no es solo discurso, algo usual en el medio deportivo, la suya es militancia reflejada en su hoja de vida. Futbolista profesional en los albores de la disciplina en Noruega, la presidenta llegó a su cargo como parte de un sindicato de deportistas.

Noruega es una de las pocas federaciones del mundo donde existe equidad salarial y de trato entre los seleccionados masculinos y femeninos. Y esa fue una de las gestiones de Klaveness, abogada de profesión, a quien le falta un año en el cargo.

VIDEO: Norway’s first female FA president Lise Klaveness delivered a powerful speech at the #FIFACongress demanding FIFA to live its values as far as human rights, good governance etc are concerned
pic.twitter.com/AZpvD3Vk2V

— Eric Njiru (@EricNjiiru) March 31, 2022

Por eso sus palabras sonaron creíbles. Por eso puso nerviosos a muchos, empezando por el secretario de la Federación Hondureña de Fútbol, José Ernesto Mejía, quien hasta sonó patético al negar que el congreso sea el foro para tratar estos temas, ignorando que FIFA hace bandera hasta comercial con el “Football for All” (Fútbol para Todos).

Los locales tampoco reaccionaron bien. El CEO qatarí del Mundial, Hassan Al Tawadi, se apresuró a “sugerir” a Lise otras “instancias de diálogo” en lugar de esta presentación. Gianni Infantino, el propio presidente de FIFA, también se esmeró en bajar el tono, con excusas infantiles del tipo “no todo es perfecto”.

Supo hasta soñar en medio de un auditorio que prefiere cifras, balances y contratos. Sus sueños se resumen en un deporte que incluya el respeto y la oportunidad sin distingo de género u orientación sexual. Donde
el fútbol femenino deje el status semiclandestino que tiene en varios países, sobre todo del mundo árabe. Abogó por “reconocimiento y respeto”.

NORUEGA CONTRA QATAR Y EL MUNDIAL: "Un Mundial aquí no es aceptable. Nuestros miembros exigen cambios, transparencia, quieren hacer oír su voz. No podemos ignorar esta necesidad de cambio y FIFA tiene que actuar y dar ejemplo", dijo la presidenta, Lise Klaveness pic.twitter.com/9IT3thDARp

— CRUYFFISMO (@1899Gallego) March 31, 2022

Mañana, posiblemente, Qatar seguirá reconociendo que son sólo tres muertos en accidentes laborales en la construcción de estadios. Se mantendrán sueldos (?) de USD 1,30 la hora y los albañiles aún dormirán hacinados en containers. Pero por mucho tiempo, después del Mundial incluso, las palabras de Klaveness seguirán sonando como un eco en Doha y más lejos.

Hoy, el fútbol mundial bajó la cabeza lleno de vergüenza. Y una mujer provocó eso.