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La aventura de ser padre a los 50

La aventura de ser padre a los 50
31 de agosto de 2014 - 00:00 - Verónica Endara

Cuando tienen edad para ser abuelos, la vida los sorprende con una paternidad tardía y, aunque no hay edad para ser padre, siempre será más complicado asumir esta responsabilidad a los 50 años. Actualmente muchos hombres tienen hijos en la quinta década de vida. Muchos no lo esperaban, otros lo ansiaban con todas sus fuerzas. José C. tuvo su último hijo a los 49 años. Su vida cambió de forma radical y, aunque al principio no quería tenerlo, hoy es el motor de su vida. Le preocupaba su situación económica. Con su esposa evitaron incurrir en algunos gastos y empezaron a ahorrar.

José ya tenía 2 hijos de su anterior matrimonio. El mayor de 30 años y la menor de 25. “Fue difícil tener un bebé a esta edad. Tanto tiempo sin ninguna responsabilidad y retomar eso nuevamente fue duro. La paciencia no es la misma y es complicado acostumbrarse a la nueva rutina de cambiar pañales y despertarse en la madrugada”.

A Rommel R. le sucedió todo lo contrario. Recibió con mucha felicidad la noticia de que a sus 50 años iba a ser padre de gemelas. Su situación económica era estable. Aunque ya tenía una hija de 25 años, él asegura que: “fue una dicha tener una nueva oportunidad de ver crecer a mis hijas, de educarlas, de ser papá”.

Para Rommel la paciencia no fue un problema. Asegura que su edad las dificultades se enfrentan con mayor tranquilidad. “Los años de vida dan experiencia. Eso te ayuda a solucionar los malos ratos con más calma”.

Según la psicóloga Lucía Noboa, la mayoría de hombres de 50 años están listos para ser padres, porque son más maduros, pero hay que considerar que “la madurez no es una cuestión de edad”. Asegura que un padre mayor suele ser muy amoroso, preocupado y sabe cómo guiar a sus hijos.

La paternidad a esta edad tiene sus pros y contras. Los muchachos pueden encontrar en él mucha sabiduría. Por su experiencia acudirán al padre cuando tengan un problema. Aunque hay muchos beneficios, la brecha generacional también podría causar problemas en la comunicación, porque, en ocasiones, resultará más complicado conectarse con el hijo o hija adolescente.

Para superar cualquier dificultad, los especialistas recomiendan ser más comprensivos y dedicar más tiempo a los hijos. Después de todo, si hablamos de un padre de 50 años, en 15 años más el padre se habrá jubilado, lo que le permitirá compartir más tiempo con su hijo. Según Lucía Noboa, los niños que crecen en un ambiente de adultos maduran más rápido y su léxico es más fluido.

Muchos hombres, con edades que sobrepasan los 50, pueden continuar siendo tan vigorosos y fértiles como en sus años mozos. Por eso, no es raro ver a padres de 50 y 60 con hijos aún pequeños. Sin embargo, varias investigaciones también alertan sobre la pérdida de la calidad de los espermatozoides conforme transcurren los años. De acuerdo con el portal web fertilidad.elembarazo.net, la fertilidad en los hombres disminuye a partir de los 35 años.

La posibilidad de aborto en los padres entre los 30 y 34 es de 16,7%; entre 35 y 39 años es de 19,5%, y alcanza el 33% cuando tienen 40 años o más, según el portal. “En los varones, la pérdida de la fertilidad es progresiva. El volumen del semen disminuye en 0,03 milímetros cada año y la movilidad de los espermatozoides también se reduce, de manera progresiva, cada 12 meses”.

De acuerdo con esta página, los hombres con más edad tendrán mayor dificultad para concebir y, además, habrá más posibilidades de que su hijo nazca con algún defecto genético. Sin embargo, según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, la infertilidad no se convierte en un problema sino hasta después de los 60 años.

Riesgoso o no, los hijos llegaron y con ellos surgieron nuevas responsabilidades. Muchos comparten la misma incertidumbre: ¿vivirán lo suficiente para acompañarlos? Según Lucía Noboa, estos padres experimentan ansiedad y miedo por estar “muy viejos” cuando sus hijos sean adolescentes.

Esta es una preocupación constante de José C., quien teme que cuando su hijo sea joven se sienta mal por tener un padre de la tercera edad: “El niño crece y el papá envejece. Ahora no hay problema, pero después le puede causar inconvenientes con sus compañeros, se podrían burlar”.

¿Cómo vencer estos temores? La especialista recomienda que la forma más adecuada de olvidar estos miedos es mantener un buen estado. Para conseguirlo hay que practicar algún deporte, tener una dieta equilibrada y, si es posible, practicar yoga. Es fundamental que lleven una vida alejada del estrés diario.

“Esta etapa de madurez hay que llevarla con mayor responsabilidad porque el niño necesitará 20 años más de la vida útil del padre”, dice Lucía Noboa.

Otro aspecto que hay que considerar es que el papá debe capacitarse en las nuevas tecnologías, actualizarse en las materias básicas de la escuela y colegio para que pueda ayudar a su hijo en su educación. Posiblemente sus energías a esta edad no son las mismas, pero, en estos casos, es indispensable trabajar en equipo. Por ejemplo, si quiere enseñarle a andar en bicicleta, puede pedir que los otros miembros de la familia lo ayuden.

Para Rommel no hay una edad definida para ser padres. Considera que si existe amor y si los padres tienen salud, la edad es lo de menos. “Veo en mis hijas la extensión de mi ser”, comenta.

“Un hijo es la vida, no importa a la edad a la que lleguen; hijo es hijo”, dice José, quien también recomienda analizar el compromiso que implica educar a un hijo.

En ese caso, todo dependerá del grado de madurez y de la manera de asumir la oportunidad de vivir la experiencia de ser padre a una edad avanzada.

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