Un oso andino desactivó una de las cámaras red de vigilancia volcánica del Instituto Geofísico (IG), el miércoles 12 de junio de 2019, informó el organismo. Ello, a pesar de estar apoyada en un soporte metálico altamente resistente y de una altura superior a los tres metros.
Estas cámaras son ubicadas estratégicamente y de manera cuidadosa en sitios muy remotos, pero "ante la astucia de tan inusitado visitante nada es completamente seguro", señala un comunicado del IG.
Los osos de anteojos- en peligro de extinción a causa de cazadores furtivos- pueden llegar a medir entre 1.3 y 2 metros de altura y pesar entre 80 y 125 kg, son trepadores por naturaleza, por lo cual "ninguna estructura resultará plenamente eficaz ante sus travesuras", aseguró el organismo.
La cámara estuvo operativa de forma continua, aproximadamente 6 años, para labores de vigilancia volcánica. (I)