El quiteño Francisco Espín pasó el feriado de fin de año en Manta. Llegó con sus dos hijos y cuatro nietos con los cuales disfrutó de las playas locales. Antes de emprender su viaje a otros balnearios de la costa manabita indicó que le gustó el orden y movimiento que hay en la ciudad.

Él fue uno de los miles de turistas que arribaron durante los días de asueto a Manta. El salvavidas Ricardo Pin, secretario de la Fundación Salvares, explicó que por lo menos en la playa El Murciélago -donde le tocó vigilar a los bañistas- llegaron por día unos 10.000 turistas.

Ahí realizaron 1.000 prevenciones, hubo un rescate de una persona de 48 años y una atención en primeros auxilios. Pin destacó que el uso de la lancha que tienen (tras convenio con Cruz Roja por cinco años) les facilitó el trabajo en el balneario, pero necesitan un motor más grande para vigilar otras playas.

Daniela Delgado, directora (e) del departamento de Turismo del gobierno local,  explicó que la ciudad estuvo llena de visitantes y  le fue excelente. “Hice un recorrido por balnearios como El Murciélago, Tarqui, San Mateo y Santa Marianita y estuvieron llenos”, señaló la funcionaria quien la tarde de ayer esperaba un informe detallado de los hoteles en cuanto a número de ocupación que tuvieron.

Esteban Fiallos, presidente de la Cámara de Turismo de Manta, expresó que  desde el 30 de diciembre al 1 de enero  el cantón “estuvo  movido. Fue un feriado de bastante aceptación, donde se notó más la presencia de turistas de la Sierra, que son quienes siempre visitan nuestras playas para esta época”.

Detalló que la gente escoge Manta por varias razones: por su clima  y porque la ciudad ofrece de todo; “no solo es destino de playa, sino que hay centros comerciales, buenos restaurantes y actividades nocturnas. Hay un aeropuerto, una buena terminal terrestre y varios hoteles para alojarse”.

Fiallos indicó que alojamientos como el que gerencia, el Poseidón, estuvieron llenos al 100%. “Tuvimos gran demanda, la gente comenzó a arribar desde el 26 de diciembre. Vendimos 300 cenas en fin de año”. (I)