Casas gigantes cual palacios, grandes anillos y collares de oro, whisky costoso. Todo esto forma parte de lo que ahora construye la cultura de los gitanos en Rumania, y de lo que consta en la muestra fotográfica “Gypsy Kings”, realizada por la ecuatoriana Karla Gachet y su esposo estadounidense Ivan Kashinsky. La exhibición atestigua las manifestaciones vivenciales de los integrantes de esta minoría étnica.

Ambos fotoperiodistas se embarcaron en un viaje a Amsterdan, en 2010, pues Karla debía recibir su premio Word Press, que ganó por un fotorreportaje sobre tango. Aprovecharon su estadía en Europa y empezaron a investigar sobre los gitanos, un tema que siempre les interesó; sin embargo, no querían realizar un trabajo parecido a los que ya se han hecho, cuenta Gachet.

En un viaje en bus a Bucarest, un hombre les empezó a contar sobre unos “gitanos locos que viven en mansiones -luego de haber hecho mucho dinero con el comercio- y que  son tan alrevesados que hacen dormir adentro a sus animales y ellos duermen afuera, en sus carpas”, explica. Así empezó la búsqueda del tema que  formó parte de un fotorreportaje para la revista National Geographic.

Con diccionario en mano se dirigieron hacia Buzescu, Rumania. “Fue muy difícil conseguir acceso, porque ellos son muy cerrados y desconfiados de la gente de afuera”, afirma Karla. Varios hablaban español -pues muchos van a trabajar a España-, lo que les permitió tener contacto con una familia que los dejó vivir en su casa por tres semanas.

El acercamiento y aproximación de manera más profunda a su mundo fue complejo; sin embargo la pareja supo captar varios códigos de cómo se relacionaban los gitanos, sobre eso Karla cuenta: “Lo que se nos ocurrió hacer fue tomar fotos, imprimirlas y regalárselas. Así se empezó a regar la voz de que había estos fotógrafos que querían hacer retratos en las casas y como son súper competitivos, entonces si uno tenía, el otro también quería”.

Este tipo de registros son parte de una investigación no solo periodística sino que se podría denominar etnográfica. De acuerdo con Joanna C. Scherer, antropóloga estadounidense, “es el uso de fotos para la conservación y comprensión de cultura(s), tanto la de los sujetos como de los fotógrafos”. Eso fue lo que se hizo en “Gypsy Kings”.

La pareja logró captar tanto las contradicciones con el estereotipo que se tiene sobre los gitanos y también las manifestaciones de su propia identidad cultural, como su ostentación y lo kitsch. Por ejemplo, retratan la riqueza del lugar, la extravagancia de las casas y de los personajes. Así también captaron que a pesar del “bling bling” (accesorios brillantes que usan las subculturas), siguen aferrados a los tradicionales matrimonios arreglados entre niños, los abuelos que cuidan a los nietos, los casinos donde solo entran mujeres, también los rimbombantes bautizos y funerales.

El escritor del texto curatorial, Mike Davis, afirmó que “Cada oportunidad que tenemos para aprender sobre las minorías sociales es una experiencia realmente valiosa. La falta de comprensión hacia los ‘otros’ ha causado un enorme daño a través del tiempo. Gracias a las fotografías de los gitanos hemos aprendido tanto sobre Karla e Iván como sobre esta cultura”.

23 fotografías del trabajo de la pareja se exponen en la sala Arte Actual y componen un reportaje que tiene un “componente fuertemente artísticos en el que la frontera con lo documental se pierde”, dijo Marcelo Aguirre, director del espacio, tras contar que la muestra hace visible la opulencia en la que vive el clan Kalderah, con palacetes de diversos colores y tamaños.

La muestra fotográfica estará expuesta hasta el 22 de febrero. La entrada es gratuita.