Teatro y diálogo, una fórmula para combatir el bullying
"Los que me agreden se olvidan que hace 20 años cuando aquí se vivía una crisis muy dura, hubo mucha gente que emigró a España. Hoy, los hijos de esos migrantes nos agreden a nosotros los venezolanos".
Exclamó Ariadna Méndez, quien personifica Karina Beltrán, una joven venezolana que vino hace tres años a Ecuador e ingresó al colegio para sacar su título de Bachiller.
Karina está enamorada de Rubén (interpretado por Josué Muela), un amigo del aula que la trata amablemente y la protege de sus otros compañeros que la insultan y se burlan de ella.
Esa es una de las tramas que se aprecia en la obra teatral "Algo pasa y no lo vemos".
El Club de Teatro y el Consejo Estudiantil de la Unidad Educativa Miguel Ángel Asturias se unieron para hablar de una situación recurrente en los salones y pasillos de clases: el buylling.
Bromas pesadas en el salón, discriminación, bromas pesadas, insultos, estados en Facebook, Whats App, Instagram... son algunos de los matices que narran los jóvenes en su convivir.
Son 14 jóvenes de entre Octavo de Básica y Tercero de Bachillerato que personifican a estudiantes de 15 años, narrando diferentes situaciones de violencia entre "pares".
La trama se basó en un hecho ocurrido en un plantel educativo al sur de Quito, explico Mariuxi Castillo, actriz de Teatro y directora de la obra.
La pieza artística se presentó como "plato fuerte", del Segundo Intercolegial Teatro en contra del Bullying que este año contó con la presencia estudiantes de la Academia USA.
En la puesta en escena, los asistentes observaron una dramatización a cargo de Luis Gómez, quien interpretó a "El Papi", un joven que está cerca de cumplir 20 años (por repetir tres años lectivos), se considera intocable porque su madre trabaja en un cargo importante, pero ante todo mantiene una personalidad violenta, a raíz de que su padre lo botó de la casa.
Luis reconoció que fue duro interpretar a "El Papi", pero lo hizo para llevar un mensaje "para que los jóvenes aprendan el respeto a sus compañeros".
La directora de la obra reiteró que con estos espacios se busca diferenciar entre el buylling y el maltrato en el hogar. "En cualquiera de los dos casos, la víctima no puede mantenerse callada, pero en los salones de clase, generalmente la víctima protege su victimario por miedo de ser reprimido por otros alumnos del salón", dijo.
La obra se efectuó tomando en cuenta las cifras del Ministerio de Educación.
En Ecuador, dos de cada 10 niños en edad escolar enfrentan algún tipo de acoso entre sus compañeros del plantel; cerca del 25% de ellos ha sufrido algún tipo de bullying más de tres veces en solo un quimestre del año lectivo.
La investigación -que se efectuó en coordinación con Unicef y Visión Mundial- realizó una muestra de 5.511 casos en 126 instituciones educativas.
El problema es latente sobre todo en las niñas y adolescentes. El 48,8% de las víctimas sufre bullying frente al 48,7% de los niños y jóvenes.
La Cartera de Educación estimó que entre mayo de 2014 y mayo de 2018 se contabilizaron 1.461 casos de acoso escolar en el país. La primera edición del Intercolegial se se llevó a cabo en abril de 2017. (I)