“Creo que la gente que se opone a la unión de las personas del mismo sexo son personas que mantienen tradiciones y valores muy puntuales. Desde el comienzo la mujer y el hombre fueron creados como pareja (...), pero creo que las personas son los únicos que pueden elegir y ser dueños de su propia felicidad”.
Esa fue la respuesta que Gisella Gómez dio a la pregunta de uno de los miembros del jurado, quien le pidió su opinión relacionada al matrimonio entre personas del mismo sexo. Y aunque Gómez se mostró un poco nerviosa al momento de dar su respuesta, fue lo suficientemente clara para conquistar al jurado calificador que la eligió como la mujer más bella de la ciudad.
“Me siento muy contenta por este logro, aunque para mí nunca estuve en una competencia porque todas las chicas que estuvimos aquí teníamos las mismas metas y objetivos que son trabajar y cuidar a esta ciudad a través del servicio social”, dijo esta estudiante de Derecho, quien fue coronada como reina de la ciudad en la velada que se realizó en el teatro Centro Cívico Eloy Alfaro, la noche del último sábado.
La sucesora de Romina Zeballos reconoció que la pregunta que le formularon fue “muy delicada” y que temía que se la hicieran, pero que su respuesta correspondió fielmente a “lo que pienso y siento porque todo lo que digo y hago me sale del corazón”, acotó.
Aseguró además que la corona que ganó es solo “un peldaño más” de una vida llena de “montones de sueños por cumplir”.
Esta belleza guayaquileña, de 1.69 m de estatura, dedicó su triunfo a su familia, porque “siempre me han aceptado todo lo que quise hacer y han sido la guía importante para tomar mis decisiones”.
La nueva reina se define como una persona “llena de colores”, los que le han enseñado “a dar un poquito más de lo que antes daba, a ser suspicaz, sensible y solidaria con los demás”.
Mientras era felicitada por sus compañeras del concurso, en la otra esquina del escenario la esperaba su madre, Gisella, quien emocionada aseguró que sabía que su hija ganaría, “porque tiene toda la valentía que una mujer necesita para enfrentar grandes retos como lo es ser reina de la ciudad”.
Sobre la polémica pregunta que le hicieron a su hija, comentó que la respuesta fue la “más certera, porque sé que lo dijo de corazón... ella siempre expresa que para todo hay que ponerle sentimiento y amor”.
Confesó que la mayor virtud que tiene su hija es que conoce las necesidades de la ciudad y desde pequeña le ha interesado la ayuda hacia los demás.
“Siempre me ha molestado un poquito (risas), porque desde pequeña siempre fue una niña independiente que ha sabido lo que quiere y una como mamá pretende estar ahí en todo momento. La admiro mucho porque cuando se propone algo lo consigue”, comentó efusiva, no sin antes confesar que se sorprendió mucho cuando Gisella ganó la prueba de talento con su voz, ya que de esa faceta poco conocía.
Raquel Ochoa, quien fue elegida virreina de la ciudad, se mostró complacida con el resultado del jurado y señaló que siempre admiró a Gisella porque “es una persona muy segura, respetuosa, una mujer que sabe lo que quiere y especialmente tiene el sentido de responsabilidad y servicio, que es lo que más importa en una reinado”.
Sobre su designación como virreina, expresó que le permitirá a cumplir las metas trazadas cuando ingresó al concurso de belleza local.
“Creo que ahora sí puedo trabajar en mis proyectos y ayudar a Gisella para que juntas hagamos cosas muy lindas en beneficio de los demás”, mencionó.
Entre el grupo de cinco finalistas, Mónica González fue designada Estrella de Octubre, mientras que Karla Beckert y Éricka Loor resultaron finalistas.
Ninoska Suárez fue elegida como Señorita Fotogenia y La Mejor Silueta, Adriana Álava fue designada Señorita Simpatía, María Auxiliadora Egas, Mejor sonrisa; Mónica González, Miss Popularidad; y Alejandra Brborich fue distinguida como Miss Sedal.