Berlín

La semana pasada un robot comenzó a escribir el texto sagrado de la Torá en el Museo Judío de Berlín, asumiendo así la tradicional labor que los escribanos hebreos realizan hace siglos. Es parte de la exposición Die Erschaffung der Welt (La creación del mundo).

Ataviado con tinta y pluma, el brazo del robot escribirá a velocidad humana 10 horas diarias y reproducirá a la perfección el estilo original de los copistas. Así informó Cilly Kugelmann, directora del museo de la capital alemana, en la presentación del moderno personaje.

La exposición muestra la colección privada de manuscritos hebreos más grande del mundo.

La tecnicidad de su trabajo mecánico -no necesita comer, beber, ni ir al baño, bromeó Kugelmann-, permitirá además al robot terminar de escribir los 304.805 caracteres de la Torá en solo 3 meses, frente a los 9 que un copista experto necesitaría.

Según explicó Jan Zappe, uno de los creadores de la instalación artística, es además fácil de mantener, pues la tinta se cambia una vez por semana y el rollo de pergamino -para esta Torá se necesitan 80 metros-, seguirá corriendo hasta el final de la muestra.