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Museo de Juan Cordero recopila culturas aborígenes

El Museo de las Culturas Aborígenes, en Cuenca, pertenece al escritor, catedrático, cronista de Cuenca y exministro de Educación, Juan Cordero. El lugar se halla en el centro histórico de la ciudad, en el barrio Todos Santos.
El Museo de las Culturas Aborígenes, en Cuenca, pertenece al escritor, catedrático, cronista de Cuenca y exministro de Educación, Juan Cordero. El lugar se halla en el centro histórico de la ciudad, en el barrio Todos Santos.
Fotos: Fernando Machado / EL TELÉGRAFO
12 de mayo de 2018 - 00:00 - Rodrigo Matute Torres

En Cuenca, el Museo de las Culturas Aborígenes se ha convertido en un sitio didáctico, pero también muestra una recopilación, como colección particular, de la arqueología ecuatoriana.

Pasear por el museo, que tuvo sus orígenes en los años 70, es observar parte de la historia de nuestro país.

Las primeras piezas que reposan en este museo, ubicado en la calle Larga del centro histórico de Cuenca, fueron adquiridas por los esposos Cordero López en la provincia de Esmeraldas, sede de la famosa cultura La Tolita.

Actualmente el museo cuenta con 15.000 piezas, 5.000 en exposición y 10.000 en reserva. Las últimas pueden ser visitadas previa cita.

El Museo de las Culturas Aborígenes fue creación de Juan Cordero Íñiguezexministro de Educación, catedrático universitario, historiador, cronista de Cuenca, entre otros cargos–, que la mayor parte de su vida se ha dedicado al estudio y a la colección de testimonios materiales de las distintas regiones de Ecuador, en sus diferentes fases históricas: desde la más remota antigüedad hasta la época colonial.

Al ingresar al Museo de las Culturas Aborígenes por la sala lítica se encuentran evidencias del período Paleoindio, el del poblamiento de América y de Ecuador; de las etapas de la cacería y la recolección.

Pero hay también objetos de piedra tallada y pulida en distintos momentos del Paleolítico y Neolítico, en tiempos más cercanos: puntas de flecha, azadones, hachas, esculturas zoomorfas y antropomorfas, litófonos y enseres que podrían considerarse suntuarios: collares y espejos de obsidiana, como señala una publicación del Ministerio de Turismo.

En una siguiente sala están  los vestigios de las culturas protoagrícolas y alfareras (3500 a 500 a.C.) o del Formativo. Hay que destacar el conjunto proveniente de la cultura Valdivia, la representación de las famosas Venus, presuntos exvotos ligados a la fecundidad, que empiezan tallándose en piedra y acaban generalizándose en cerámica.

Asimismo, se encuentra  un grupo de enseres que provienen de Machalilla, en la provincia de Manabí. Los expertos señalan que son muy raros en todo el país y no solo en esta colección, pero que los recipientes exhibidos y caracterizados por la vertedera y el asa lateral dan idea de la transición entre Valdivia y Chorrera, la cual revela una rica variedad de diseños en cerámica fitomorfa, zoomorfa y antropomorfa.

Para Juan Cordero Íñiguez, director del Museo de las Culturas Aborígenes, hace falta una cultura museística entre los ciudadanos, para que sean ellos quienes se tomen los espacios que fueron creados dentro de la cultura.

“En Europa se incentiva a los niños; acá tenemos museos, pero no son visitados con frecuencia”. Agregó que si hiciera una encuesta sacaría en limpio que son muy pocas las personas que acuden a estos espacios.

El Museo de las Culturas Aborígenes cumplió 25 años en 2017. “A esta sala llegan más visitantes europeos porque tienen más formación museística”, según Cordero.

En la sección “La piedra. Uso funcional, ritual y artístico” su visita es temática y no hay datos cronológicos o regionales, a excepción de lo paleolítico.

“Nuestro interés es mostrar la variedad de usos que se dio a la piedra, generalmente procedente de los lechos de los ríos”.

Las esculturas humanas y de animales, generalmente de pequeñas dimensiones, se exhiben en varias vitrinas. Van desde el realismo hasta la estilización. “Algunas parecen obras de arte contemporáneo, por la simplificación de sus líneas”.

También está la Cultura del Período Formativo: 4000 a.C., -500 a.C. Sus rasgos fundamentales son la sedentarización, la conformación de pequeños núcleos urbanos, la horticultura, seguida de la agricultura, con un temprano descubrimiento del maíz.

En cuanto a las culturas menos investigadas de Ecuador, en esta sección hay urnas funerarias de la Milagro-Quevedo. Dos son para personas mayores y dos para niños. La costumbre de esta cultura –según Cordero–, que tuvo como escenario el interior de nuestra región costeña, fue enterrar a sus muertos en postura fetal, acompañados con objetos de uso cotidiano.

El museo está ubicado, de acuerdo a la opinión de los urbanistas, en la parte antigua de Cuenca, en el barrio Todos Santos, y su edificación corresponde a la arquitectura clásica. (I)  

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