La implementación de un software cambió la forma en la que enseñaban a los niños con alguna discapacidad en el Centro de Cuidado Diario y Desarrollo Integral para personas con Discapacidad (Finesec).

La tecnología llegó a este sitio con la iniciativa de Amanda Enríquez, una profesional que prepara tesis doctorales, de la Universidad de las Américas (UDLA). Necesitaba realizar un trabajo para graduarse de la universidad y como conoce la realidad de las personas con Síndrome de Down decidió hacer algo para ayudar a que se superen.

Acudió a varias fundaciones que tratan a personas con discapacidad, pero recibió negativas para trabajar en su propuesta, hasta que llegó a Finasec, que está ubicada en el sector de Cotocollao en Quito. Con la asistencia de una docente del lugar, que conoce los requerimientos de los menores día a día desarrolló tecnológicamente el software que hoy se usa para brindarles conocimiento.

La herramienta está diseñada según lo que necesita saber un niño con un coeficiente intelectual de aproximadamente seis años.

Se lo aplica en los menores de entre ocho y 13 años con diferentes niveles de discapacidad.

La plataforma didáctica para niños con discapacidad contribuye a que ellos tengan más concentración explica Mirna Morales, quien es la tutora de aula.

La docente, quien tiene especialidad en informática, usaba su celular para descargar ciertas actividades y aplicarlas con sus alumnos, pero ahora con la aplicación todo es más fácil.

Los niños discriminan los colores, las letras del abecedario y lo principal es que les ayuda con la concentración. “Los chicos con esta particularidad tienden a distraerse con facilidad y con la aplicación la concentración es mayor, así como el aprendizaje”.

En el lugar se tratan diversas condiciones: Síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral, entre otras.

La aplicación se puede usar en un dispositivo móvil, ya sea celular o tablet, explica Carlos Muñoz, docente de Software en la Universidad de las Américas y quien fue el tutor de Enríquez.

Se trata de tres módulos, el primero aborda las letras de la A a la Z, en donde el niño escoge una y le salen animales relacionados y la aplicación repite el nombre.

El siguiente es de colores en donde los reconocen y también se hace trabajo con secuencia para que los menores puedan aprender.

A la tesista le tomó seis meses desarrollar la aplicación; en la universidad se aseguran de que esta funcione y que sea práctica. Aunque no hay un seguimiento la docente Morales afirma que sí es efectiva.

La tesista asegura que en Ecuador hay una alta incidencia de Síndrome de Down y no existe el apoyo tecnológico adecuado para mejorar el aprendizaje.

“Yo no sabía el aspecto sicológico y docente que necesitaban los niños, por eso es muy importante recibir la ayuda de quienes están día a día con ellos”, dice la creadora del software.

En otros países la aplicación de la tecnología para ayudar al desarrollo de los menores es más aplicada; por ejemplo en España.

El portal Wapa, de Perú, destaca que un estudio de las universidades politécnicas de Valencia y Madrid concluye que los niños con Síndrome de Down tienen la destreza necesaria para realizar todos los gestos de las superficies multitáctiles, del doble toque a la presión mantenida o el escalado con los dedos, lo que inserta a la tableta en un aprendizaje integrador.

La revista Interacting with Computers publicó que el investigador del Grupo de Ingeniería del Software y Sistemas de Información de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) Javier Jaén, explica que es necesario desarrollar aplicaciones para este grupo de personas.

En un estudio desarrollado con niños de entre 5 y 10 años con Síndrome de Down se determinó que en la mayoría de los casos el proceso de enseñanza se basa fundamentalmente en fichas. El análisis demostró que se deben “construir aplicaciones para superficies multitáctiles que hagan uso de este abanico de gestos para ayudar a los terapeutas a ser más efectivos, ya que esta tecnología ayuda a que los niños estén más motivados a la hora de aprender”.

El portal Revista Médica publica que el Síndrome de Down se da en uno de cada 550 nacidos vivos en Ecuador, promedio mucho mayor a la tasa mundial que es uno de cada 700, según señala el genetista, Milton Jijón.

Uno de los factores que predisponen es la edad de la madre, las mujeres mayores de 35 años son más propensas a tener hijos con esta condición. En el mismo portal la directora operativa del centro terapéutico Aprendiendo a Vivir de la Fundación Reina de Quito, Sandra Hinostroza, destaca que “con una estimulación temprana pueden lograr una inclusión educativa y personal con los otros niños”. Es justamente esa la motivación principal para desarrollar la aplicación móvil para el aprendizaje. (I)