Alejandra M. tiene 13 años y estudia en un colegio particular femenino de clase media alta. Pese a que tiene una asignatura de educación sexual, revela que en su plantel no se ha explicado el uso del anticonceptivo oral de emergencia (AOE). 

“Nos dan clases de los métodos anticonceptivos y de cuáles son las principales enfermedades de transmisión sexual, pero casi nunca nos han hablado de la pastilla del día después. Una amiga recientemente hizo una pregunta al respecto, y solo por eso la maestra respondió”.  

Mauricio C., de 15 años, es estudiante de una institución mixta municipal. Afirma que en su colegio ya se han presentado varios casos de embarazos adolescentes.

Por esta razón, los profesores han profundizado en el tema y conversan con los alumnos. “Sé de compañeras que han abandonado el colegio por estar embarazadas, lo cual ha sido una preocupación de los “profes” y ahora la mayoría trata de aconsejarnos al respecto. Sobre el AOE nos han resaltado que debe utilizarse en casos de emergencia, pero eso no nos queda claro aún”, anotó.     

Al respecto, Daniela Alvarado, gerente de la Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar (Enipla) del Ministerio de Salud Pública (MSP) indicó cuáles son los casos considerados emergentes. “Es importante tener asesoría previa a la entrega del AOE porque este método solo debe ser utilizado en casos de emergencia, es decir, cuando la mujer es víctima de violación, si falla el método (olvido de pastillas) y cuando se rompe el preservativo”.

Por su parte Nathalie D., de 17 años, es alumna de un colegio mixto particular de clase alta. Para ella, hablar de relaciones sexuales con sus amigos es de lo más normal. “El hablar de sexo en mi cole no sorprende a nadie. Nosotros no tenemos una visión “anticuada” de que es un tema tabú o que da vergüenza. Más bien yo le dije a una amiga que se tome el AOE, aunque se enojó conmigo un rato porque me dijo que había sentido síntomas horribles. Pero después se le pasaron y más bien me agradeció por el consejo”.

Sobre los síntomas, Iván Valencia, ginecólogo subespecialista en endocrinología, explicó que el uso excesivo de esta píldora puede ocasionar reacciones en el organismo. “La dosis alta de este tipo de hormona, por lo general, produce dolor en pechos, de cabeza, mareos, vómitos y sangrado irregular. Estos son los síntomas típicos por exceso de progesterona”, recalca el experto.

Un caso diferente es el de Jéssica (identidad protegida), de 16 años. Ella estudiaba en una institución fiscal femenina, pero tuvo que suspender sus estudios, ya que hace un año quedó embarazada.

Según dijo, nadie le informó a profundidad sobre la existencia de esta pastilla.“En mi colegio se hablaba muy poco sobre eso porque entre mujeres en vez de apoyarse se criticaban. También fue mi falla el no buscar asesoría, pero por algo Dios hizo las cosas. Ahora mi hijo es mi ángel y esperaré a que crezca un poco más para retomar mis estudios, a distancia”, asegura.

Jéssica agrega que su madre la apoyó desde un inicio, a diferencia de su padre, que le planteó la idea de un aborto. “Mi papá dijo que me iba a desgraciar la vida, pero yo nunca quise abortar. Cuando vio que mi barriguita iba creciendo, poco a poco fue cambiando su forma de pensar. Ahora no es muy cariñoso con él, pero ya lo quiere”, agregó.

A la ginecóloga Johana Palacios no le sorprende la falta de apoyo de los padres. Explicó que ha recibido casos similares. “En el mes pasado (marzo) me visitaron cuatro madres de familia con sus hijas de 16 años embarazadas. Todas con la misma petición (quiero que la haga un aborto a mi hija), de las cuales dos recapacitaron y se quedaron conmigo, mientras que las otras dos se fueron molestas y no las volví a ver”.

La experta precisa que lo ideal sería que las madres llevasen a sus hijas al ginecólogo apenas inicien la etapa de la pubertad, “para que el profesional retrase u oriente a la paciente sobre este tema”.