La crisis nerviosa que hace cinco años tuvo Chester, un Shar pei, en Fin de año por causa de los explosivos obligó a Raissa Molina a encerrarlo en el baño de la casa. “Estaba todo tembloroso y cuando se le tocaba se portaba agresivo. Ahora último que iniciaron se nos ha perdido dos veces, pero por suerte lo hemos recuperado”, relata.

Este síntoma es habitual en los canes, según la veterinaria Priscilla Solano. Ella explica que debido a que ellos tienen desarrollado su sistema auditivo “pueden llegar a escuchar el triple de lo que un ser humano lo hace”, razón por la cual el intenso ruido que generan los explosivos hace que aumente su ritmo cardíaco.

Incluso dice que algunos han llegado a fallecer a causa de ello. “Son perros que ya deben estar predispuestos, tiene un problema cardíaco y ese miedo se lo ocasiona”.

Solano recomienda que bajo la prescripción de un experto se le proporcione tranquilizantes, al igual que tener cuidado de que no se escapen de las casas.

“Todo también dependerá el temperamento de los animales, porque hay perros que son más nerviosos. Cada individuo canaliza sus emociones de diferentes maneras”.

Con los gatos dice que la situación es diferente. “Ellos son más tranquilos ante el ruido”.

Gabriela Sarmiento cuenta que una media hora de que empiecen a reventar los explosivos su gata Marta Julia desaparece. “Cuando la vamos a buscar la encontramos debajo de las camas o en los cajones ahí se queda hasta que se acaba todo y ya no escucha nada. Vuelve aparecer tranquila”.

Sin embargo los gatos y perros no son los únicos que sufren con la pirotecnia. Las aves pueden perder el sentido de longitud y chocarse entre ellas mismas.

Francisco Prieto Albuja, director Nacional de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, indica que aunque no existe un registro o reporte cuantificable de las muertes de animales silvestres a causa del uso de pirotecnia y explosivos en el Ecuador, “es evidente que al ser seres vivos corren el riesgo de enfrentar estrés elevado, pánico confusión, miedo y ansiedad, en general afectación a su sistema auditivo, desorientación por el ruido generado. En el caso de las aves puede existir un abandono de nidos; enfrentan disturbio en su comportamiento regular por lo que pueden cambiar su horario de alimentación y descanso viéndose afectados en su supervivencia”, asegura.

Asimismo indica que el MAE trabaja coordinadamente con las instancias competentes para controlar el uso de pirotecnia, es el caso de los Municipios con las respectivas unidades de Bomberos, Ministerio del Interior entre otras instancias a través de los mecanismos establecidos.

Para Prieto hace falta mayor énfasis en la educación a los ciudadanos sobre las afectaciones que tienen las mascotas por la explosión de pirotecnica, quema de años viejos, como parte de la celebración para el nuevo año.