Iván Zavala había desaparecido desde el 15 de agosto, pero hace unos días fue encontrado debajo de unos ductos de agua, en el km 4,5 vía Durán, con signos de haber sido brutalmente torturado. Danny Avilés, uno de sus amigos, recuerda que Iván estaba contento porque terminaba un caso empresarial.  Era abogado, pero también se dedicaba a hacer shows como ‘drag queen’ en las noches.

“Le gustaba ayudar. Siempre estaba presto a colaborar. Era un excelente amigo, hijo, buena pareja y muy entregado a los shows. Una de las canciones que más le gustaba era ‘Juana la cubana’. No salgo del asombro cómo pudieron asesinarlo”, recuerda Daniel.

El caso de Iván está en investigación. Su amigo espera que no quede en la impunidad como otros asesinatos a personas GLBTI en el país.  

Un reciente informe, correlacionado con los cambios legales relativos a la orientación sexual y la identidad de género, revela que desde la década del 90 hasta 2013 se cometieron alrededor de 82 asesinatos a la población GLBTI. El 20% fue por la orientación sexual y el 80% por identidad de género. El estudio lo elaboró la Asociación Silueta X, a cargo de Diane Rodríguez, y fue presentado al Ministerio de Interior para que investigue los casos.

En la división se determinó que el 13% de los homicidios ocurrió a jóvenes gays, 1% a bisexuales, 1% a bisexuales, 5% a lesbianas y otro 1% a transmasculinos. Mientras que el 79% de las víctimas de asesinatos fueron transfemeninas.

Rodríguez asegura que como sucede en los femicidios, en los que el hombre cree tener poder sobre la mujer. “Lo mismo pasa con nuestra población. Los hombres creen que pueden ejercer derecho sobre nosotros, como tener relaciones sexuales sin quererlo”. Esto lo viven a diario algunas trabajadoras sexuales. “Él ejerce su poder contra ella y la mata”.

Otro informe de 2010 a 2013 contabiliza más de 30 asesinatos a la población GLBTI por diferentes causas: celos, odio, cuentas. Este informe también indica que de lo que va del año, de los 5 asesinatos por odio, 4 fueron a transexuales femeninos.

Aunque Andrea Bravo, quien no es trabajadora sexual, enfrenta a diario sus temores para salir a la calle. Ella es lesbiana y cuenta que jamás sale sin llaves, y ya afuera las envuelve en sus manos cuando sufre de burlas constantes.

Aunque suene gracioso Andrea mandó a hacer una armadura, que próximamente se la entregarán. “Prefiero que crean que soy loca, pero una loca precavida”, dice.

Mariana Barahona, quien es lesbiana, también está preocupada porque le suceda algo similar a ella y a su pareja. “Siempre vivimos siendo la burla para quienes no respetan lo que somos. Esto se ve frecuentemente en los trans y en los gays que son más afeminados”, admite la joven.

El abogado Miguel Santamaría aconseja que si una persona GLBTI se siente amenazada debe poner la denuncia en el Servicio de Atención Integral (SAI). “Muchos desconocen que el fiscal es quien debe defender a la víctima, pero a veces no conoce cuáles son sus derechos y como no tienen para pagar un abogado los casos quedan ahí sin resolver”, explica Santamaría.