Luego de ocho meses de trabajos de infraestructura, el Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis) inauguró este jueves la operación de ascensor que servirá para facilitar el acceso a las personas con discapacidad física.

Esto fue posible tras un convenio suscrito entre las empresas Coheco y la industria canadiense Garaventa, que donaron una plataforma vertical para los usuarios de la dependencia del Conadis, que cuenta con dos pisos. 

Carlos Caicedo, técnico en Discapacidad, detalló que antes de inciar la ubicación del nuevo sistema vertical, primero se tuvo que desinstalar una plataforma elevadora que servía para ayudar a las personas en sillas de ruedas a llegar al piso superior.

Pilar Merizalde, directora Ejecutiva de Conadis, indicó que los beneficiarios directos no solo serán los empleados que trabajan en el edificio, sino también los usuarios que llegan para realizar los trámites en las cinco federaciones que operan en el edificio (Federación Ecuatoriana con Discapacidad Física; Visual; de Personas Sordas del Ecuador; con Discapacidad Intelectual y sus Familias y la Federación Nacional de Organismos No Gubernamentales para la Discapacidad).

La funcionaria aprovechó la ocasión para anunciar que en abril se presentará un proyecto ante el Servicio Ecuatoriano de Normalización (INEN) para que se conozca sobre el proyecto que obligue a las construcciones del país contar con plataformas verticales o ascensores accesibles para las personas con discapacidad con movilidad reducida.

El nuevo ascensor tiene un valor referencial de $ 30 mil. Caicedo explicó que un dispositivo de estas características debe cumplir, entre estas dimensiones específicas para que pueda entrar una silla de ruedas y al menos una persona que le asista. Las medidas promedio de los ascensores son de 1.200 X 1.100 milímetros, deben tener botoneras con sistema braile y con iluminación tanto para personas con discapacidad visual como auditivas.

También tiene que contemplar una altura de botoneras para facilitar el acceso a niños, adultos mayores y personas de talla baja. Además contar con tiraderas (mangos) y apertura automática para que cualquier persona utilice el ascensor.

Con buen mantenimiento de las pesas, poleas, botones, limpieza, etc., el ascensor puede tener una vida útil de 30 años.

Juan Bertero, presidente de Coheco y Paul Ryan, regional Manager de Garaventa, manifestaron que esta implementación será para facilitar el acceso a este grupo humano. "Todas las personas tienen derecho a la movilidad", reiteraron. (I)