Durante la emergencia sanitaria y los 52 días que los ecuatorianos permanecen en aislamiento, el ECU-911 es una de las instituciones de primera línea que ha mantenido a sus trabajadores laborando presencialmente.

Es más, de los 1.500 funcionarios que constan en nómina del ECU-911, el 90% continúa en sus operaciones diarias.

El restante 10%, si bien realiza sus labores por la modalidad de teletrabajo, debe monitorear a las personas en aislamiento preventivo obligatorio (APO). Dentro de esta función, el ECU-911 realizó 9.176 llamadas de monitoreo y cuenta con buses para transportar, vía corredor humanitario, a las personas APO a sus lugares de origen. “a Quito, Ambato, Riobamba, Puyo, Macas, Loja, Cuenca, Zamora y Machala”, detalló Juan Zapata, director general del ECU-911.

Hasta el 7 de mayo, la pandemia por covid-19 ya cobraba la vida de 1.654 personas. Una de las funciones del ECU-911, en la emergencia, fue la del levantamiento de cadáveres.

La línea 911 es la única autorizada a nivel nacional para recibir las alertas por levantamiento de cuerpos. Hasta la institución llegaron 14.611 alertas, con corte al 27 de abril. Guayas es la provincia que más llamadas recibió, 11.415, que significan el 78,1%; Santa Elena con 623, que representan el 4,3%.

De acuerdo a las estadísticas que maneja la institución, el pico de llamadas por levantamiento de cadáveres se dio el 1 de abril. En esa fecha hubo 1.041 alertas que llegaron hasta el ECU-911. Le siguió el 3 de abril cuando reportaron 969 llamadas. Sin embargo, las cifras fueron decreciendo. Para el 28 de abril los registros muestran 163 alertas.

En el mismo 1 de abril, Guayaquil vivió el pico más alto de emergencia por levantamiento de cadáveres. Solo en esta ciudad hubo 896 alertas. Pero la curva también descendió. El 28 de abril el ECU-911 registró 43 llamadas de este tipo.

“La tendencia del pico a ahora es del 81% de reducción con tendencia a la baja”, explicó Zapata.

Para las labores del levantamiento, el ECU-911 coordina con diferentes instituciones a nivel nacional, como la Policía Nacional (PN), el Ministerio de Salud Pública (MSP) y las Fuerzas Armadas. Pero en Quito también apoya la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs).

Para las labores las instituciones mantienen un protocolo: ingresa la llamada, el ECU-911 abre la ficha, toman los datos y lo envían a la PN, MSP, Emgirs.

“Solo el 28 de abril tuvimos seis levantamientos de cadáveres en Quito por diferentes causas (de muerte)”, dijo Zapata.

En esa fecha, el encargado del levantamiento fue el Emgirs; quienes mueven el equipo, firman el formulario de fallecimiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos, levantan el cadáver y, de acuerdo al caso, lo trasladan al crematorio o a la funeraria. Por ejemplo, Zapata indicó que el 28 de abril hubo un deceso en el sur de Quito con una persona de escasos recursos que fue trasladada directamente al crematorio.

Para el levantamiento de fallecidos por covid-19, existen ambulancias específicas. Solo Quito cuenta con cinco de estos automotores para traslados.

El total de emergencias que recibió el ECU-911 durante la emergencia asciende a 589.135.

Pero también existió un número alto de articulación de ambulancias. Los ciudadanos se comunicaron 190.460 veces por esta causa. El servicio consiste en el traslado de pacientes a hospitales o la movilización de ambulancias para estabilizar a ciudadanos.

En los casos de violencia intrafamiliar la institución recibió 15.209 llamadas. El mayor número lo registraron en Guayas con el 32,2%, le sigue Quito con el 25%, Ambato con el 6,6%, Santo Domingo con 5,6% y el restante 28% se registró en otros centros. “La frecuencia de área fue de 257 personas diarias por violencia”, alertó Zapata.

Para estos casos, no solo acude la Policía y el MSP, sino también las entidades encargadas de velar por la protección de los derechos, como la Secretaría de Derechos Humanos, el Consejo de la Judicatura y la Fiscalía General del Estado. (I)