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‘El tema de género no destruye a la familia’

‘El tema de género no destruye a la familia’
09 de julio de 2012 - 00:00

Jorge Scala, autor de la obra “La Ideología de Género”, ha formulado varios cuestionamientos sobre la postura de  GLBTI (gays, lesbianas, bisexuales, transgénero, intersexuales). Sus opiniones -como que la “ideología de género” destruye a la familia- han llamado la atención de los activistas de género.

Fernando Sancho, sociólogo e investigador en el tema de Diversidades Sexuales y de Género, aporta su criterio académico en este debate, que surgió tras la publicación de una crónica que recogía el discurso del conferencista católico. 

Se habla de que la equidad de género lleva a la destrucción de la familia. ¿Usted qué cree?

Voy a partir de lo que Jorge Scala llama “ideología de género” y su manifestación hacia la diversidad de género como destrucción de la familia nuclear (heterosexual). Creo que el tema de género ha tenido una evolución histórica que parte desde las luchas feministas que se dieron en distintos países de Europa.

Fundamentalmente partimos desde la historia feminista de Francia cuando Simone de Beauvoir apuntaló dicho pensamiento. Ella desarrolló una obra denominada “El segundo sexo”, en donde explica que la mujer no nace, sino que se hace.

Esa obra es el punto de partida para que en Occidente se desarrollen pensamientos feministas. En los Estados Unidos, por ejemplo, nace el concepto de género para explicar la diferencia sexual como una construcción cultural. Es decir que al nacer hombre o mujer y poseer un sexo determinado desde la biología, el concepto de género viene a romper con esa noción de dicotomía hombre-mujer.

¿Cómo surgió este concepto?

Surge como una propuesta para que las mujeres tengan acceso a todos esos derechos que les habían sido negados históricamente. Las luchas feministas son para romper la dominación sobre las mujeres.

La equidad de género no es solo una lucha de igualdad. Explica la construcción cultural de hombres y de mujeres y de otras personas que también pueden poseer géneros diferentes. Es decir, puedo nacer hombre y construir un género femenino o nacer mujer y construir un género masculino. Lo masculino y lo femenino no viene dado por la biología, sino por una construcción cultural.

El tema de género abarca a otras personas con manifestaciones sexuales (gays, lesbianas, transgéneros y transexuales), que entran en la construcción desde el punto de vista de los mismos derechos.

En los últimos meses se ha desatado un debate sobre si se debe o no inscribir a la hija de una mujer con el apellido de su madre y de su pareja, otra mujer. ¿Cuál es su lectura?

La Constitución  reconoce la conformación de las familias diversas. En este caso, ellas entraron en la disputa por registrar a su hija y atraviesan el concepto de una familia diversa. En este sentido, se equipararía a la igualdad de género en su derecho de conformar una familia por dos personas del mismo sexo.

Los organismos conservadores hablan de que esa unión destruye el núcleo familiar...

El tema de género no destruye a la familia. Tradicionalmente se lo concibe como núcleo heterosexual. Este se afianza profundamente  en el siglo XIX para sostener un sistema capitalista occidental. Sin embargo, no se ha tomado en cuenta que históricamente había otras conformaciones en distintas culturas. Hay algunas donde la poligamia es permitida y el concepto de familia heterosexual diversa ya existe.

Por ejemplo, una madre (o un padre) que cría sola o solo a sus hijos ya es un modelo de familia diferente. Hay fenómenos sociales como la migración que producen familias distintas: hijos que quedan a cargo de sus abuelos, tíos.
Ramón Aranguren, psicólogo al que consultamos,  coincide con  que “la construcción del género y de su sistema responden a cuestiones sociales y culturales”...

Esto me recuerda el libro “El Género en Disputa”, de Judith Batler, una filósofa estadounidense que explica que la construcción social y cultural del género indica que el sexo también es una construcción social y cultural por una acción discursiva repetitiva. Cuando nacemos hombre o mujer, la sociedad nombra quién es hombre, quién es mujer, a partir de la biología.

¿Existe una ley que dictamine el género?

La bióloga estadounidense Anne Fausto-Sterling presentó “La Teoría de los 5 sexos”. Vienen dados por la biología hombre-mujer y los caracteres genitales (testículos, pene; vagina-útero), los otros tres son variaciones entre cromosomas, entre genitales y hormonas. A eso lo conocemos como la intersexualidad. 

Conviene que las personas que sostienen criterios deterministas biológicos como el abogado Jorge Scala y las personas que amparan estas ideas, investiguen un poco más, porque si nos quedamos con el criterio básico del determinismo biológico de los años 40, en donde existen solo dos sexos opuestos, nos vamos a quedar en un dualismo que no nos dará la posibilidad de expresar la funcionalidad del sexo.

A su criterio, ¿cuáles serían los textos ideales para dar educación sexual a los jóvenes en los planteles educativos?

Dentro del Estado ecuatoriano tenemos dispuesta la educación para la equidad de género. También se establece la no discriminación por género. Dentro de sus competencias, el Estado debe diseñar políticas públicas orientadas a romper esta discriminación.

La educación sexual es una tarea inacabada por parte del Estado, porque los textos escolares se han basado en información del sistema reproductivo, prevención del embarazo, evitar contagio de enfermedades de tipo sexual. Este tema más bien es un enfoque sanitario y de cuidado, pero no mira el tema de los derechos sexuales y de la diversidad.

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