Todas las esquinas de la Av. 9 de Octubre, desde Boyacá hasta la Av. Malecón, tenían ayer un estand donde colombianos -que se encuentran en condición de refugiados en el país- entregaban una taza de café, conocida en su país como ‘tintico’, a cada uno de los transeúntes.

Esta bebida caliente y azucarada, acompañada de deliciosos bocaditos de sal, se entregaban por el Día Mundial de los Refugiados como muestra de agradecimiento por la hospitalidad de los ecuatorianos.

¿Le ofrezco un tintico? o ¿le provoca un tintico? eran las frases que expresaban desde el interior de las 7 carpas de 11 entidades que brindan ayuda a los 60.329 refugiados reconocidos y 170.000 aún no reconocidos en el país.

Carmela estaba en el estand de la Red de Centros de Atención y Casas de Acogida del Hogar de Cristo. Ella huyó de Colombia, en 2007 porque era perseguida por paramilitares, quienes la extorsionaban.

Además, Carmela y sus niños eran constantemente agredidos por su conviviente pero esto cambió gracias a la ayuda que recibió en Ecuador y, ahora lucha por salir adelante con sus pequeños.

De acuerdo a la Dirección de Refugio, el 95.14% de los refugiados en Ecuador, es decir 57.397 personas provienen del vecino país de la frontera norte.

De esta estadística también forma parte Ricardo, de 30 años, quien huyó de Colombia porque recibía constantes amenazas de los grupos paramilitares. En el 2009 decidió dejar su país, ya que una de esas advertencias se cumplió y perdió la visión en su ojo derecho.

Actualmente, Ricardo se dedica a la venta de jugos de coco y -pese a que está agradecido con el Ecuador- señala que no puede comercializar sus productos porque es perseguido por los metropolitanos.

El “Tintico por la Paz” comenzó a las 10:00 y culminó a las 13:00 con shows artísticos, en la Plaza San Francisco. El propósito, además de mostrar el agradecimiento al pueblo ecuatoriano, fue concienciar a la ciudadanía sobre el respeto de los derechos de los refugiados.

Uno de los requerimientos del grupo es que el carné de refugiado sea válido en todas las entidades públicas y privadas del país, según destaca Billy Navarrete, secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos.

Más refugiados en el mundo

El número de personas desplazadas por las guerras y la persecución en el mundo aumentó 6 millones con respecto al año anterior. En 2014 se refugiaron 59.5 millones de personas y en 2015 la cifra alcanzó el récord de 65,3 millones, según el último informe emitido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). La mayoría proviene de Siria, Afganistán y Somalia, considerados países en conflictos.

El subsecretario de Atención a Inmigrantes, Juan Meriguet, destaca que en Ecuador, ningún refugiado está en un campo de concentración, en un gueto o territorio explícitamente definido para el efecto, tras alambradas, como ocurre en otros lugares del mundo. “Todas y todos habitan en el lugar que escogen dentro de nuestro país y protegemos su integridad y sus derechos”, manifiesta.

Los porcentajes de niños, niñas y adolescentes desplazados en el país alcanzan el 23% del total, pero el informe del Acnur revela que los menores de edad constituyeron el 51% de las personas refugiadas en el mundo y lo más preocupante, es que muchos de ellos fueron separados de sus padres y viajaron solos.

Para la agencia de la ONU esta diferencia de porcentajes puede deberse a una tasa creciente de sub registro de menores de edad en las primeras fases del proceso de solicitud de la condición de refugiado. Al tiempo, se puede asociar a adultos que inician el proceso de huida solos, mientras sus hijos permanecen en el país de origen hasta que los padres encuentran un modo de vida que permita su reunificación.

El subsecretario Meriguet menciona que la política de refugio a favor de la niñez y adolescencia en el país engloba medidas de protección como socializar y capacitar de manera permanente al personal de la Dirección de Refugio y Apátrida y Coordinaciones Zonales sobre las normativas, procesos y políticas relacionadas con el refugio. (I)