Son las 06:30 y decenas de niños uniformados, acompañados de sus padres, llegan a los exteriores de la institución educativa Agustín Guerrero Lizarzaburo, ubicada en la cooperativa SergioToral, en el noroeste de Guayaquil.

En el bloque 17 de Flor de Bastión y en Nueva Prosperina, otro grupo de menores se reúne a la misma hora, frente a una institución, para ser trasladados a los campamentos educativos provisionales de Monte Sinaí (ver cuadro).

El Ministerio de Educación (MinEduc) contrató un bus de la cooperativa de transporte Juan Pueblo I (línea 104), otro de Barrio Lindo (línea 153) y 2 de Bastión Popular (línea 158) para cumplir con el ofrecimiento realizado antes del 2 de junio pasado, cuando los estudiantes de los campamentos provisionales iniciaron las clases.

En ese entonces el ministro del ramo, Augusto Espinosa, señaló que aquellos menores de los sectores alejados de Monte Sinaí, que debían movilizarse hacia sus planteles, tendrían el servicio de expreso escolar gratuito; desde el domicilio hasta la escuela y viceversa.

Dos de los beneficiados de la transportación, que acoge a 300 alumnos en total, son los hermanos Xiomara y Steven Montiel. Ambos cursan el octavo año de educación básica en el campamento José Martí, en Las Marías, y aseguran que el traslado es más seguro y rápido. “Antes los buses no nos querían coger porque pagábamos el pasaje de $ 0,15 a $ 0,12 o porque iban llenos”, recordó Xiomara.

Ángela Samaniego, otra estudiante, manifestó que solo caminar para esperar el bus le tomaba cerca de 20 minutos, mientras que en otros 30 minutos llegaba al colegio. Ahora el trayecto desde el punto de encuentro hasta el establecimiento demora 10 minutos.

Padres de familia, como Omar Litardo, admitieron que pagar entre $ $ 30 y $ 35 por un servicio particular de expreso no está a su alcance, por lo que consideran un beneficio económico la asistencia prestada. Litardo al igual que otros representantes prefieren acompañar a sus hijos durante el recorrido.

Por ejemplo, Yolanda Castro se moviliza a diario en el bus con sus 2 hijas Ashley y Darley, de 5 y 3 años, respectivamente.

“Yo discutí porque no quería traer a mis hijas acá porque se me hace demasiado lejos y difícil, pero cuando me enteré de que iba a haber esta ayuda las dejé”, citó Castro.

La mujer, de 34 años, sostuvo que durante los 3 primeros días, hasta que se normalizó el servicio, caminó una hora a pie desde su domicilio y luego tomó 2 buses.

Tomás Mancheno, subsecretario de Educación del Distrito Guayaquil, señaló que el servicio surgió “a partir de la fase de asignación de cupos en razón de que el Distrito 8 de Monte Sinaí es uno de los más extensos”. Esta zona recibió en 2013 a 88.000 estudiantes, lo que implica una población estudiantil similar a una provincia entera, según Mancheno. Agregó que las dificultades geográficas del sector hacen que la comunicación sea posible solo con el transporte público.

El director zonal de planificación, Enrique Campos, expresó que aún se levanta la información de posibles nuevos beneficiados de otros sectores, por lo que el servicio se podría ampliar a más estudiantes de Monte Sinaí.