La rectora del colegio Manuel J. Calle, Libia Tapia, denunció que existen pandillas que buscan introducir drogas en los establecimiento, en este caso, en su colegio.

Por ello pidió la intervención inmediata de la Policía de Antinarcóticos y de otras autoridades.

El gobernador del Azuay, Humberto Cordero, señaló que al menos tres colegios de Cuenca son investigados debido a que ciertos alumnos están inmersos dentro del microtráfico de drogas.

Sin proporcionar nombres, agregó que no solo son planteles de varones, sino también de mujeres y que se dialoga con sus directivos para encontrar una solución al respecto.

Indicó que se trabaja con la Policía, la Dirección de Educación y con los padres de familia para detener este ilícito que es de preocupación ciudadana.

La rectora del colegio Manuel J. Calle -establecimiento situado a pocas cuadras del Comando de Policía Azuay Número 6- afirmó que grupos de jóvenes presumiblemente distribuidores de alcaloides  se han tomado los alrededores del establecimiento.   

“Hace 5 años  hicimos la denuncia correspondiente a la Policía, pero no vemos los resultados”.
Sostuvo que en un inicio solo eran 4 los sospechosos  que frecuentaban el establecimiento y acosaban a los estudiantes, pero que ahora el grupo pasa de los 20 sujetos que se ubican en las afueras del colegio.

“A los estudiantes les roban,  los insultan y los amenazan, mientras que las chicas son manoseadas por estos sinvergüenzas”, dijo.

Para la directora del plantel es urgente la actuación de la Policía especializada en narcóticos a fin de desarticular las bandas que están acosando a los jóvenes.

“Hemos pedido que se instalen cámaras y  que se haga requisas por el sector”, insistió.

La actitud de los estudiantes ha sido pasiva, según Tapia, pero existe un grupo de jóvenes del establecimiento que se “acerca a los pandilleros” que son del mismo barrio.

La rectora denunció que  han violentado su vehículo y que es objeto de constantes amenazas por parte de estas personas.

“Un día se metieron con las motos   cuando estaba enviando a los estudiantes a la casa”, dijo.
Los padres de familia  conjuntamente con las autoridades del plantel iniciaron charlas con los adolescentes para evitar posibles vinculaciones entre los adolescentes y esas personas.

“Son mafias de afuera que se tratan de introducir en los colegios; no son precisamente los estudiantes los que están inmersos en este asunto. Esta gente llega a vender en paquetes que cuesta un dólar”, explicó. En tanto, la semana pasada dos estudiantes de un colegio mixto de la ciudad fueron detenidos con droga en su poder.

Los chicos de 13 y 14 años fueron acusados, uno de distribución y  otro de venta al interior de su establecimiento.
Miembros de la Policía dijeron que los adolescentes realizaban este “trabajo” en el colegio.
Ambos fueron puestos a órdenes de las autoridades.

Colegios deben tener plan de contingencia

El director provincial de Educación, Alejandro Quilambaqui, dijo que ha solicitado a los rectores un plan de contingencia para prevenir y, en otros casos, erradicar el consumo de drogas en los establecimientos.

Afirmó que existe una disposición para que los padres de familia conformen el Comité de Prevención  y Seguridad del plantel y que en el mismo deben estar incluidos rectores, inspectores y consejos estudiantiles. “Deben impartir charlas a  los alumnos”, dijo.