Alrededor de 70 internos del Centro de Rehabilitación Social de Azogues elaboraron más de 400 monigotes que están listos para ser vendidos por fin de año. Desde agosto, los internos comenzaron a recolectar papel, pegamento, palos y cartón.   

En octubre empezaron con la tradicional elaboración de los muñecos, labor que  cumplen desde hace varios años los ciudadanos privados de la libertad.  

La comercialización se realiza dentro del mismo recinto carcelario. Según Richard Pesántez, director del Centro, los funcionarios de la prisión les facilitan los materiales con el propósito de que se mantengan ocupados. “Esto es como un apoyo para su rehabilitación y para que puedan ser reinsertados en la sociedad”, dijo.

Son alrededor de 10 los grupos que elaboran monigotes. Cada uno confecciona un promedio de 30 a 45 muñecos, para lo cual invierten entre 60 y 80 dólares.

El Chapulín Colorado, jugadores de fútbol, monstruos, entre otros, son los personajes a los que dan vida los reclusos. “Hay de todos los tamaños y  todos los precios”, dijo uno de ellos.

Los  pequeños cuestan 5 dólares, mientras que los más grandes tienen un valor que oscila entre los $10 y $15. “Los precios no son fijos, por lo tanto pueden ser negociados”, explicó otro de los reclusos.

Los vendedores también confeccionan de acuerdo con las peticiones y gustos de los compradores. A diferencia de 2011,  para esta fecha ya llevaban vendidos más de 100 muñecos, pero este año las ventas disminuyeron.

Para la comercialización de sus productos, los reclusos pidieron al director del Centro que se deje ingresar a las personas. “La gente entraba y salía y uno recuperaba lo invertido, pero si ahora no vendemos vamos a perder”, dijeron.

Carmen Rubira, deseaba comprar 12 monigotes para venderlos en Cuenca, pero no pudo ingresar.