Un deslave ocurrido ayer en un campamento minero del sector Pueblo Nuevo, en el cantón azuayo de Ponce Enríquez, causó la muerte de al menos tres personas y heridas a otras 8, de acuerdo con el último reporte de este jueves. La zona fue declarada en emergencia para facilitar la provisión de ayuda a los afectados.

La tragedia se habría producido alrededor de las 01:00, mientras los mineros dormían en sus viviendas. A ello se sumaría, según el gobernador Humberto Cordero, los efectos ocurridos en los sectores Zhumiral y Bella Rica.

El presidente de la Cámara de la Minería de Azuay, Patricio Vargas, afirmó que al sector solo era posible acceder a pie o por vía aérea a bordo de helicópteros, lo que fue confirmado por autoridades gubernamentales. Además, el suministro de electricidad se había interrumpido a causa de los desprendimientos.

La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) confirmó que las intensas precipitaciones caídas durante la noche del miércoles en esa zona del Ecuador habrían causado, en el caso de Ponce Enríquez, el deslizamiento de una masa de tierra, además del desbordamiento del río Chico. Y en el cauce de estas aguas justamente fueron encontrados tres de los heridos, según la SNRG.

Los cuerpos de los fallecidos fueron llevados a la morgue del cantón, e identificados como Noé Abath Chamba, Saúl Girón Flores y Santos Belizardo Parra. Dos de ellos son ecuatorianos y el otro tiene origen peruano.

Luis Vida, de 40 años, fue uno de los primeros mineros en ser rescatados. El hombre presentaba trauma torácico y fracturas en piernas y brazos. Luego de ser atendido de urgencia en el Centro de Salud de Ponce Enríquez fue trasladado al hospital Teófilo Dávila de Machala. Diego Salinas fue otro de los trabajadores encontrado y solo presentaba raspones en sus rodillas.

Los equipos aglutinados en los ECU911 de Machala y Cuenca coordinaban las acciones de rescate ante la emergencia. Se dispuso el envío de helicópteros y en el sector de Río Siete, límite entre los cantones El Guabo y Ponce Enríquez, se encontraba un comando de incidentes encargado de operar los recursos para atender la emergencia.

La tarde de ayer, personal de la Secretaría, de los Bomberos y del Ejército continuaba realizando labores de búsqueda en la zona. Se presumía que en el lugar había más trabajadores y familiares de estos atrapados en viviendas e incluso en varias minas. Por ello, no se descarta que el número de muertos aumente con el transcurso de las horas.

Sin embargo, según los administradores de la mina más afectada, entre 30 y 40 de sus empleados lograron salir del socavón por un lugar distinto al de la entrada.

Las labores de rescate fueron interrumpidas ayer, a eso de las 16:00, debido a las condiciones imperantes en la zona y se tiene previsto que se reanuden este viernes, a partir de las 06:30. Participarán en estas tareas únicamente bomberos, militares y dos médicos y dos enfermeras especializados en rescates.

Esa zona del país es un sector concesionado a empresas transnacionales, pero en ella también se realizan tareas de minería artesanal. En ese sentido, Francisco Auquilla, viceministro de Minas, negó en un enlace telefónico con la agencia Andes, que los derrumbes en Pueblo Nuevo tuvieran relación directa con la actividad minera.

Otras provincias

Entre tanto, las lluvias también afectaron en las últimas horas a otras zonas del país. Un ejemplo de ello fue la provincia del Guayas (ver página 9). Del mismo modo, hubo reportes de la crecida de pequeños ríos en la zona de El Guabo y Santa Rosa, en la provincia de El Oro.

Mientras que en Esmeraldas, a pesar de que desde la noche del martes se presentaban lluvias moderadas, estas fueron suficientes para causar apagones en el cantón Quinindé y generar la crecida de esteros en la zona de Muisne. No obstante, no se reportaron daños mayores.

Por otro lado, la Dirección Provincial del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) en Zamora Chinchipe planea para hoy un segundo intento de reapertura de la vía que comunica a esa provincia amazónica con Loja.

La apertura al tránsito de vehículos por esa carretera, afectada por deslaves durante las dos últimas semanas, estaba programada inicialmente para el miércoles pasado, pero la ocurrencia de nuevos aludes la noche del martes obligó a un aplazamiento.

La actual situación climática del país se relacionaría con la llegada de nubosidad desde la Amazonía brasileña y peruana, según las imágenes satelitales de la página web del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

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