Para Ana Lucia Zeas se volvió una urgencia que su mascota Lucas reciba un adiestramiento, ya que frecuentemente suele salir con el animal a pasear por los parques y calles de la ciudad. Igual que ella, muchos más tomaron está misma decisión de acudir al llamado del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional que dictó el tercer curso de adiestramiento canino ‘Yo cuido a mi mascota, por la seguridad de todos’.

Los participantes recibieron un certificado, mientras que Lucas, un Golden Terrier, fue elegido como el mejor alumno del curso, su propietaria recibió una condecoración por parte del GOE, debido al accionar de su mascota. “Fue una gran experiencia, Lucas es un integrante más de la familia y le brindamos la atención y cuidado que requiere, por ello decidimos inscribirlo en el curso de adiestramiento el cual ha sido muy productivo”, indicó Zeas.     

El capitán José Vallejo, jefe del GOE en el Azuay, dijo que más de 200 personas inscribieron a sus mascotas.  “Recibimos a 60, de las cuales, por diferentes situaciones, 40 concluyeron el adiestramiento. Es un buen número por lo que ya estamos alistando un nuevo curso para finales de este año”, agregó. “La acogida superó las expectativas, debido a que implica una gran responsabilidad y dedicación por parte de los propietarios de los canes, ya que durante 5 fines de semana asistieron puntualmente, esto demuestra el cariño que tienen a sus mascotas”, indicó Vallejo.   

Durante la clausura los animales demostraron lo aprendido durante las semanas de capacitación, especialmente obediencia y trucos como dar la pata, sentarse, acostarse, saltar, que ya son parte de las habilidades de estos animales.  

Curso de obediencia

Vallejo recalcó que el curso fue de obediencia básica canina, la cual permite al animal aprender normas de comportamiento, especialmente en aquellos canes que presentan hiperactividad y agresividad en espacios públicos, lo que puede constituir un riesgo para las personas.

Semana a semana, los canes junto a sus propietarios recibieron las indicaciones por parte de los instructores. En las primeras reuniones se notó la actitud agresiva de ciertas mascotas, pero al finalizar el curso su comportamiento cambió de forma radical. La capacitación se inició con el propietario, se le enseñó cómo colocar la correa al animal y de qué manera tomarle para que él sea quien asuma el control y no la mascota, este simple ejercicio de caminar indicaba al perro quién tiene el control.

Responsabilidad con mascotas

El capitán José Vallejo recordó que la finalidad del curso es que los propietarios de los animales entiendan la responsabilidad que representa poseer una mascota, así como todas las habilidades que poseen y que muchas veces no son explotadas de forma adecuada. “Lo principal es entender que no existen perros agresivos por naturaleza, el animal actúa de acuerdo con la educación y el trato que ha recibido por parte de su propietario”, dijo