No se presentaron contratiempos en el primer día de matriculación en las ciudades de Cuenca y Azogues.
Lo que sí hubo es sorpresa entre muchos padres de familia, por cuanto no sabían que en este nuevo período hay varios cambios, respecto a las calificaciones y la unificación de establecimientos.

“Yo no sé nada de eso, solo vine a matricular a mi hijo”, dijo Carmen Solano, en la escuela Miguel Ángel Estrella. Mientras en el colegio Benigno Malo las largas colas que se observaban  en los años anteriores desaparecieron.

Ayer, en la capital azuaya, los padres de familia esperaron sentados en el  interior del establecimiento la atención de la secretaría.

Laura Serrano, rectora del colegio, dijo que durante tres días se atenderá a los octavos de básica con 160 cupos que hay disponibles.

Posteriormente se hará lo mismo con los primeros años de bachillerato, cuyos cuatro paralelos están disponibles. “Para los demás estudiantes la matrícula es automática, salvo que los padres de familia quieran actualizar algún dato”, indicó.

El plantel tiene 1.800 alumnos y es uno de los más antiguos en Cuenca. En cuanto al nuevo reglamento, la autoridad dijo que los profesores mantienen constantes talleres para actualizarse.

Mientras tanto, en la escuela Miguel Ángel Estrella, su rector, Claudio Vázquez, comentó que la institución ahora trabajará en doble jornada. “Los niños van a hacerlo por la tarde y los jóvenes del básico y bachillerato subirán a la matutina”, explicó tras agregar que existen 24 paralelos para la mañana y la misma cantidad para la tarde. De ahora en adelante, la escuela se fusiona con el colegio y albergará a 2 mil estudiantes.

“Yo no sé que voy a hacer porque mi niño estudiaba en la mañana y ahora tendrá que venir en la tarde”, dijo Francisco Lozano, quien esperaba un turno para matricular a su representado.

Una igual situación manifestó Lucia Palomeque, quien dijo que estos cambios se debían divulgar con tiempo, a fin de  saber lo que pueden hacer los padres de familia.

“No me queda otra alternativa que seguir aquí porque a estas alturas ya no puedo ir a ninguna otra parte”, señaló.
Sin problemas en Cañar

En  Azogues tampoco hubo aglomeraciones de padres de familia por obtener cupos.
“Gracias a la zonificación ya todos saben a dónde ir”, dijo Susana Velasco, directora encargada de la escuela de niñas Naciones Unidas.

Sin embargo, uno de los inconvenientes que tiene la mayoría de establecimientos educativos de la zona céntrica de la ciudad es el reducido espacio físico, que impide el normal trabajo de maestros y aprendizaje de alumnos.

“El año pasado fue un tormento porque no podíamos ni caminar en el aula, peor aún  realizar trabajos en grupo como manda la malla curricular”, indicó Velasco.

En este plantel, el año anterior se registraron 1.600 alumnas, para este período las autoridades quisieron disminuir el número en primero de básica, pero a decir de Velasco, esto no ha sido posible porque la Dirección de Educación, mediante oficio, obliga a recibir a más estudiantes.

La directora hizo un llamado a las autoridades educativas para que tomen en cuenta el reducido espacio físico de la institución.

“Tenemos el ofrecimiento del Alcalde para la donación de un terreno, con el fin de reubicar a la escuela, porque la Coordinación Zonal del Ministerio comunicó  que ya no hará ningún tipo de inversión en nuestra escuela porque no hay espacio y que la única solución, por el momento, sería disminuir el número de estudiantes”, sostuvo.

Miriam Lema, madre de familia, se quejó de  que las niñas en clases están muy cerca del pizarrón y en un aula, a la que deben ingresar solo 20 niñas, asisten 30.