Más de 50 mil personas son esperadas hoy en las calles de Cuenca, para ser parte del Pase del Niño Viajero, una tradición que lleva más de 57 años.

Según monseñor Marco Pérez, arzobispo de Cuenca, este Pase “concentra la forma original, la fe, la alegría y la cultura de nuestra gente”, además cree que es el acontecimiento cristiano más importante que se registra en la Navidad en Cuenca.

En la organización desempeñan un papel importante las religiosas del Monasterio de las Conceptas, también el grupo Hermano Miguel que invita a las comunidades de la provincia del Azuay.

Se calcula que 800 carros alegóricos desfilarán con niños revestidos de ángeles y pastores a lo largo de más de 15 cuadras, tomando siempre la calle Bolívar, como la principal arteria para este evento religioso.

De la misma manera se prevé que 186 agentes de tránsito ayuden con la movilidad, mientras que 20 cámaras de videovigilancia seguirán el evento y las mismas estarán conectadas con el ECU-911.

“Queremos que todo se desarrolle con normalidad y que los ciudadanos puedan también tener las seguridades”, dijo César Jaramillo, representante de Gestión y Riesgos.

La chicha y el pan fueron los primeros elementos que se prepararon para recibir hoy a los devotos que desfilarán por las calles de Cuenca en el Pase del Niño Viajero.

Son 10.000 litros que están listos, incluso con la bendición sacerdotal, los mismos que serán repartidos a lo largo de la procesión, como muestra de agradecimiento.

Miembros de la Cruz Roja y Cuerpo de Bomberos instalarán carpas para ayudar a las personas que necesiten atención médica. También se ha  dispuesto que las oficinas de los miembros bomberiles, situadas en la calle Presidente Córdova y Luis Cordero, sirvan para albergar a niños que se puedan perder en este evento religioso. (I)