Dos personas que se desempeñaban como guardianes en una mina murieron en la parroquia Ayapamba, del cantón Atahualpa (El Oro), luego de que se produjera una explosión en el interior.

Según testigos, los celadores no alcanzaron a salir a tiempo y quedaron atrapados. Los gases emanados desde el interior les provocaron asfixia y fallecieron.

El hecho se suscitó en la Mina San Miguel, en la parte alta de la provincia. Moradores de la zona dieron la voz de alerta al Cuerpo de Bomberos y a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, cuyo personal se trasladó al lugar.

El fiscal de Piñas, George Espinoza, dijo que ambos habían ingresado a la mina para cumplir su jornada como custodios.

"Ellos fallecieron por asfixia en el interior de la mina Sociedad San Miguel", aseguró.

Los cadáveres fueron hallados flotando en un pozo ubicado a unos 70 metros de la bocamina y cuando se realizó el levantamiento tenían al menos unas diez horas de haber perdido la vida.

Las víctimas respondían a los nombres de Carlos M., de 20 años, y Alonso B., de 54.

Los cuerpos, que fueron recuperados aproximadamente a las 08:00 de ayer, fueron trasladados a la morgue del cementerio del cantón, donde llegaron los familiares, quienes pedirán explicaciones sobre la forma en la que trabajaban y las medidas de seguridad.

Santos Salinas, tío de uno de los fallecidos, señaló que el joven llevaba pocos días de haber ingresado a laborar en la empresa, era soltero y residía en Portovelo con sus padres.

El Fiscal aseguró que esta mina no tenía los permisos de operación que otorga la Agencia de Regulación y Control Minero, sin embargo estaba activa. Personas ligadas a la empresa dijeron que los documentos están en trámite.