Continúan las obras de mitigación en la ciudadela Jaime Roldós, para evitar que los deslizamientos de tierra traigan más problemas en este lugar.  

El Municipio de Cuenca sigue con el desalojo y retiro del material que está dentro del cuerpo del derrumbe. “En la parte baja se nota que el movimiento no es tan acelerado como se tenía anteriormente”, dijo el director de Gestión de Riesgos de la entidad, Javier Murillo.

También se realizaron labores en los sitios de drenaje y en las captaciones de agua, para evitar que el líquido acelere el movimiento de tierra en la ciudadela. Dos familias que están en la parte superior del deslizamiento no han salido por su propia voluntad y han permanecido en la zona.

En este sector se destruyeron alrededor de 14 viviendas, producto del deslizamiento de tierra. La mayor parte de personas fueron evacuadas, no así dos familias.

Para el alcalde Paúl Granda, lo sucedido en esta comunidad es un caso especial por la rapidez del movimiento de tierra, además dijo que la mayoría de personas que se encuentran en el sector será considerada damnificada.

“Aunque hubo personas que vendieron sus terrenos y dejaron arrendando sus locales”, señaló. El burgomaestre indicó que “es importante que haya un reglamento para una inmediata intervención”. 

Granda destacó que se trabaja en la relocalización de las personas afectadas por los deslizamientos, aunque dijo que el 95% de las personas con estos problemas construyeron sus casa en sitios que no estaban permitidos.  

Añade que se avanza en la construcción de programas habitacionales para que los damnificados tengan también acceso. Pero aclaró que no todas las viviendas van a ir destinadas a estas personas. Asimismo recalcó que los ciudadanos que tengan dos o tres propiedades no pueden ser declarados damnificados.