Un promedio de veinte menores de edad es devuelto a sus padres -tras ser detenidos- cada semana por parte de las autoridades por encontrarse en bares y discotecas o bajo los efectos del licor en Cuenca.

El intendente de Policía, Jorge Cabrera, dijo que el fin de semana más de 200 jóvenes fueron encontrados al interior de una vivienda particular que había sido transformada en discoteca.

Este lugar, afirmó, no cuenta con ningún permiso para realizar  fiestas y menos para expender bebidas alcohólicas. “La casa tenía cabida para unas 40 personas, pero allí había muchas más”, sostuvo.

La dueña del local no respondió a los cuestionamientos de las autoridades y se limitó a señalar que era una fiesta de amigos. “Había una chica que perdió el conocimiento por efectos del licor”, indicó Cabrera.

La autoridad  lamentó que los dueños de las discotecas o bares  reciban a menores de edad, sin importar los problemas que ocasionan posteriormente.

En la calle Larga también fue clausurado un bar, en donde libaban varios jóvenes. Cada semana, según el Intendente, junto al personal de la Dinapen, la Policía y otros organismos deben devolver a los jóvenes a sus padres. “Tenemos que sacarlos de las dicotecas o de los bares bajo efectos de licor”, expresó.