Hurto, secuestro y extorsión son algunas
Pandillas reclutan chicos para delinquir en todas las formas
Así como la familia es el núcleo de la sociedad, las pandillas son la base de los círculos delincuenciales. Estos grupos son liderados por personas de mediana edad que se encargan de enrolar en sus filas a chicos de estratos bajos o con problemas familiares y escolares.
Los muchachos aprender a delinquir en todas las formas, entre ellas robar, asaltar, secuestrar, extorsionar, engañar y hasta asesinar por dinero.
Estas organizaciones delictivas tienen diferentes estatus, empezando por los cabecillas, quienes son transgresores reincidentes de la ley, con un historial amplio de atracos, hurtos, proxenetismo, expendio y tráfico de drogas.
Son los instructores y quienes se encargan de enseñar a los jóvenes a realizar toda clase de actos vandálicos y antisociales.
El método que utilizan para llamar la atención de los muchachos, que en su mayoría son alumnos próximos a la deserción escolar, es el de ganar dinero fácil.
Además, se valen de la cercanía y ‘compañerismo’ que existe entre los integrantes para dar una imagen de ‘familia’ unida que se cuida y protege en las buenas y malas.
Justamente estas últimas cualidades son las que los futuros pandilleros buscan en cualquier círculo, pues la mayoría viene de hogares disfuncionales. Lastimosamente, el fin de estos chicos es la cárcel, el hospital o el cementerio.