La exposición “Quito, Jardín de Quindes”, promocionada por el Municipio capitalino, llegó hasta Riobamba con el objetivo de socializar entre la comunidad  parte de la fauna que posee Ecuador.

La plaza Eloy Alfaro de Riobamba (centro de la ciudad) es el escenario en el cual 65 esculturas que representan a la naturaleza del país, son expuestas al público. En la elaboración de las efigies participaron cerca de 1.000 ecuatorianos de distintas provincias; entre ellos, muchas personas relacionadas con el mundo del arte.

El proceso de elaboración fue basado en maquetas creadas por el autor Nixon Córdova, para posteriormente realizar una convocatoria a varios gestores colectivos culturales, a quienes se les entregó un quinde hecho en fibra de vidrio para que plasmaran la pintura, los acabados y la intervención de cada una de las esculturas. “Quito Jardín de Quindes” ha sido considerada, por reconocidos artistas nacionales e internacionales, como la exposición de arte urbano más importante del país.

La exposición fue inspirada en los animales y aves que están en peligro de extinción en el paísLa exposición riobambeña tiene la peculiaridad de que además de las aves se han agregado grandes figuras de anfibios (ranas y sapos), algunos de cuyos representantes se encuentran en peligro de extinción. La apreciación y protección de los quindes y los anfibios mediante esta muestra artística pretende incidir de forma positiva en la preservación del patrimonio natural de nuestro territorio.

Según el promotor cultural Edwin Segura, esta exposición fue inspirada en la naturaleza y se espera que la ciudadanía conozca las aves y animales que están en peligro de extinción y lo cuales fueron plasmados en estas obras de arte. “Las ranas marsupiales, picaflores, mariposas, culebras, son parte de la vida de Ecuador. Y como habitantes de este hermoso país debemos conocer y cuidar lo que nos ofrece. Queremos que las personas los aprecien y recorreremos todas las provincias para que todos los conozcan y los valoren”, señaló.

Varias personas que pasaban el viernes por la plaza Alfaro se dieron tiempo para  tomarse fotos junto a las esculturas. “Nos gustaría mucho que se quedarán en este lugar, pues le dan un toque elegante y cultural a la plaza, pero nos dijeron que no era posible. Es bueno ver todo lo que tenemos y, a veces, no apreciamos”, dijo Katherine Avilés.

En tanto,  Melinda Zambrano, quien llevó a varios niños a disfrutar de la exposición, opinó: “Si en escultura se ven tan lindos los colibríes y las ranas, me pregunto cómo serán en la vida real. Es triste saber que están en peligro de extinción; debemos cuidar lo que es nuestro, que también es historia”.

La exhibición estará a disposición de la ciudadanía riobambeña hasta el 25 de agosto próximo.