Hoteles, restaurantes, mercados y otros negocios se alistan para recibir alrededor de 600 mil turistas de todo el país, durante los cuatro días del feriado de carnaval. Danilo Arosteguí, facilitador de turismo del Gobierno Provincial de Tungurahua, dijo que durante la sexagésima segunda edición de la Fiesta de la Fruta y de las Flores llegarán a la ciudad de Ambato centenares de miles de turistas, especialmente de Pichincha y Guayas, que ya habrían reservado hoteles con anticipación.

Se prevé que dos de cada diez personas serán extranjeros, mientras que cada familia, se estima,  estará conformada por cinco personas.

Patricio Zurita, propietario de  tres hoteles ubicados  en el centro de la ciudad, mencionó que todas las habitaciones se encuentran reservadas y que el costo oscila entre los 14 y 20 dólares. “El costo real por persona es de 8 dólares, pero para esta temporada se cobrará 14, debido a que las habitaciones fueron remodeladas y decoradas para dar buena imagen, y que el cliente se sienta como en su casa”, sostuvo.

En la ciudad, de acuerdo al último informe del Gobierno Provincial, existen 235 edificaciones entre  hoteles, hostales, hosterías y pensiones, las cuales no serían suficientes para esta temporada. Sin embargo, estarían disponibles pensiones en cantones aledaños a la ciudad, e incluso hoteles y hostales de otras provincias, especialmente Chimborazo y Cotopaxi.

Se prevé que más de 10 millones de dólares se moverán como consecuencia del feriado en Ambato, según las cifras de autoridades locales.

Alrededor de 1.400 restaurantes también se han preparado con anticipación para recibir a los visitantes; y con el fin de atraer a la clientela  han decorado con flores, frutas y alegorías de todo tipo sus ventanas, sillas y mesas, además de ofrecer un buen servicio.

Luis Bombón, economista, aseveró que la buena imagen, presentación, colorido, pero, sobre todo la atención y buen servicio serían los principales motivos para atraer al cliente y que éste decida regresar.

“Además, la venta de artesanías movería el 30 por ciento de la economía, siempre y cuando no existan exageraciones en los costos”, acotó. Los comerciantes informales también llevarán su parte, sobre todo durante los desfiles. 

En estos eventos se venden sombrillas, confites, juguetes, bancos, bebidas, helados,  y otros productos que incrementan el comercio.

Ana Almeida, vende  choclomote a 50 centavos la funda. En días regulares expende un promedio de 100 fundas en su puesto ubicado frente al Instituto Superior Luis A. Martínez. Y para los desfiles ella está segura de que su venta mejorará.    “Como los desfiles son largos, la gente  tiene hambre y  compra cualquier bocadito. Yo voy con mi hermana para tratar de vender lo que más se pueda”, sostuvo.

Pero el comercio no solo estará en la venta. En los desfiles también se estila alquilar los puestos y el banco. “Si no quieren comprar a 5 dólares el banco, se les alquila a  2,50, pero solo alquilamos en un sitio, no en más, porque no hay quién vea”, manifestó Artemio León.

En lo que compete a preferencias alimenticias,  por experiencia, los platos típicos serían los más comercializados durante el feriado.

Ana Lucía Oñate, propietaria del restaurante “Mi Buen Plato”, ubicado en el barrio Solís, aseveró que el año pasado su negocio se mantuvo lleno las 24 horas del día y el costo por cada plato fue de 2,5 dólares, y que para este año los precios se mantendrán, aseguró.

Se espera que el grueso de visitantes  se concentre durante el fin de semana y a partir del lunes   retornará a sus lugares de origen,  debido a la congestión vehicular en la Panamericana.