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El Telégrafo
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El templo fue construido hace 35 años y es el sustento de la creencia popular local y de otros cantones

La fe al Señor del Árbol y la gastronomía distinguen al barrio La Calera en Cotopaxi

El templo sostiene la fe y el comercio gastronómico de este poblado. Los turistas arriban especialmente los sábados y domingos y en Semana Santa. Silvia Osorio / para El Telégrafo
El templo sostiene la fe y el comercio gastronómico de este poblado. Los turistas arriban especialmente los sábados y domingos y en Semana Santa. Silvia Osorio / para El Telégrafo
27 de julio de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Centro

Latacunga

A 15 minutos de Latacunga, al noroccidente, se encuentra el barrio La Calera. Es conocido por la fe católica que se profesa al Señor del Árbol, además por su gastronomía que incluye ají de cuy y de conejo y el popular ‘pan de La Calera’.

Este último se destaca por ser amasado con manteca vegetal, poca mantequilla y una consistencia firme. Los hay de sal y de dulce, pero es el segundo el más apetecido, pues contiene panela derretida y trozos de queso.

Su fama trascendió a los cantones vecinos de Latacunga y se lo vende en las ferias de Saquisilí, Salcedo y Pujilí. “Me gusta porque es saludable. Lo consumo de toda la vida. Es una tradición en mi hogar comprarlo los sábados”, dijo Hortensia Arequipa, del barrio San Rafael.

El secreto del buen sabor

Los fines de semana, esta barriada es visitada por decenas de turistas que llegan para disfrutar de los cuyes y conejos asados en leña y servidos con papas, salsa de maní, lechuga, tomate y ají.

La familia Castellanos fue la primera en dedicarse a este negocio desde 2003. Como la venta tuvo éxito otros grupos familiares del sector también abrieron locales . En la actualidad hay 6 puestos.

Verónica Castellanos  cuenta que parte del buen sabor es porque se lo mantiene por largas horas aliñado. Además se coloca en tablas de madera que evitan el contacto directo con el carbón. De ahí que la cocción es uniforme. “El carbón  logra que la carne esté bien cocinada por dentro y crujiente por fuera”, aseguró.

Castellanos  aprendió este oficio de su madre. De ella también aprendió que la higiene es primordial para preparar alimentos. “El buen trato y la comida sabrosa aseguran el retorno de los clientes”, añadió.

Estos negocios y otros florecen cerca del templo que fue construido hace 35 años.

Una leyenda local

Allí la principal atracción es el Señor de La Calera o del Árbol como se conoce a un diminuto Cristo que, según una leyenda urbana, apareció en el tejado de una casa tras una lluvia intensa.

Esto ocurrió hace más de 36  años cuando un rayo cayó sobre el techo de la casa de la familia Remache, originaria del sector. El relámpago habría formado una cruz, con un Cristo crucificado.

Algunos testimonios

Edison Santos, de 42 años, recordó que era un niño cuando sucedió el inusual acontecimiento. “Todos los vecinos se encontraban a la expectativa y acudían a la casa donde cayó el rayo. Pronto empezaron a llegar de todos lados”, dijo.

Pero la leyenda no tiene consistencia, pues hay registros que aseguran como la imagen fue llevada a este barrio por Miguel Ángel Barrionuevo en 1982.

La fe se sostiene a pesar de todo

Sin embargo, la fe no se exingue y cada año La Calera celebra a su patrono durante la Semana Mayor o la Semana Santa, llena de rituales católicos. Hay procesiones, misas, disfrazados y carros alegóricos alusivos a la temporada de recogimiento. Empiezan el Domingo de Ramos y concluyen una semana después en Pascua, etapa en la que según Aníbal Moreno, sirve para unir a la familia porque la celebración se vuelve espiritual e íntima.  Para llegar a este barrio, en el que viven cerca de 1.500 personas, se puede tomar un bus desde el centro de Latacunga. Cuesta $ 0,25 y un taxi $ 2,50.

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