A partir del año 2010, el Municipio de Chillanes ha afrontado conflictos entre sus miembros.

Y estos se acentuaron desde el 2011, cuando seis de los siete concejales decidieron apartarse del Municipio ya que, según ellos, Ramiro Trujillo, el alcalde elegido, nunca convocó a reuniones de Concejo. “El señor Trujillo funcionó sin la probación o desaprobación de ningún Concejal, lo que contradice al artículo 60 literal C de la COOTAD”, afirmó Carmen Egas, una de las integrantes del colectivo bolivarense.

Según la Concejala, hay también otras denuncias. Una de ellas por presunto peculado y sobreprecio en la compra de quintales de cemento. “La ley explica que para la adjudicación de contratos en el Portal de Compras Públicas se debe priorizar a las empresas locales; mientras que el señor Trujillo priorizó a una empresa ubicada en San Antonio de Pichincha”.

La funcionaria añadió sobre este supuesto caso de corrupción: “El quintal de cemento aquí en Chillanes, se vende a 6,65 dólares, mientras que en GRABACOMC, empresa de la provincia de Pichincha, cuesta 8,40 dólares”, indicó.

Los seis concejales, denominados Junta Cívica, posen ya las claves otorgadas por el Banco Central, entidad que avala que están en libre derecho de ejercer sus funciones. Así, Mentor Huilca, vicealcalde, pasaría a ser el burgomaestre de Chillanes. “Aún estamos esperando que la Gobernación nos ayude a conversar con el señor Trujillo; no queremos que existan enfrentamientos entre los pobladores”, dijo Egas.

Por otra parte, en un comunicado de prensa, Ramiro Trujillo indicó que él y su equipo siguen trabajando normalmente en las oficinas del Municipio, y que los concejales de la oposición, “en innumerables ocasiones han intentado ingresar inconstitucionalmente a ocupar la Alcaldía, desconociendo los resultados legítimos de las pasadas elecciones seccionales (…). El Alcalde de Chillanes cuenta con el respaldo de la mayoría de comunidades del cantón, según ese documento.