El inicio de la época seca ha generado la presencia de fuertes vientos en los últimos días en Quito.

Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), los recientes ventarrones han tenido, en promedio, de 30 a 35 kilómetros por hora (km/h).

No obstante, datos de las 5 estaciones de monitoreo que posee el Inamhi (Tababela, Cutuglahua, Tumbaco, La Carolina y parque Bicentenario) muestran que se han presentado ráfagas ocasionales que han llegado hasta los 40 km/h.

Esto ha causado 10 incidentes durante la primera semana de julio, de acuerdo con el Comité de Operaciones de Emergencia (COE).

Entre estos, caída de árboles, desprendimiento de techos, cornisas y señalética pública. Como efecto de ello, 2 personas han resultado heridas hasta el momento.

El viernes pasado, por ejemplo, el desplome de un árbol al interior de una delegación diplomática ubicada en el barrio La Mariscal golpeó a una niña de 7 años que se encontraba en el área de juegos.

La pequeña no sufrió grandes afectaciones, según el reporte del Cuerpo de Bomberos. Ese mismo día, una pancarta del bulevar Rumipamba (parque La Carolina) golpeó en la cabeza a una mujer, que fue atendida en el lugar por lesiones menores.

En la zona de Cumbayá (oriente), se desprendió parte del techo de una casa y en el sector El Bosque (norte), una cornisa estuvo a punto de caer de un inmueble.

Vladimir Arreaga, técnico del Inamhi, señala que el fenómeno climatológico es normal en esta época del año en Quito y que suele presentarse mayoritariamente en los meses de julio y agosto.

De acuerdo con Arreaga, los ventarrones ocurren por los cambios bruscos de clima, y en la capital, suceden con mayor frecuencia en la zona de los valles.

Esto ocurre porque en esos sectores hay menos barreras geográficas y arquitectónicas para frenar al viento. (I)